Domingueros descerebrados

Ermita de la Magdalena

Este domingo decidimos salir a dar un paseo. Un lugar muy socorrido por lo bonito y fácil, es la ermita de la Magdalena. Se puede subir por dos caminos, el más corto, que es el tradicional, un camino marcado con piedras encaladas que zigzaguea montaña arriba. Y un segundo camino, más largo, que da la vuelta a la montaña y le luego se une al tramo final del primero. Este segundo camino es más fácil, salvo un trozo que tienes que ir un poco más por el monte, el resto es una senda lisa bordeada por piedras.
Pues bien, nada más llegar, a penas unos cien metros, cangrejito dijo "bracitos". Ahora ya no es como antes, ahora pesa. De modo que tuve que motivarle un poco, le dije de irnos corriendo para hacer una carrera con mamacangreja (como siempre quiere ganar). Desde ese momento no paró de correr hasta que llegamos arriba a la ermita, por el camino largo. Una vez arriba quería seguir jugando, de modo que subimos y bajamos varias veces por unas escaleras que rodean la ermita y que tienen mucha pendiente. Después, el recorrido a la inversa hasta llega al coche, al final el pobrecillo no podía con su alma. Si nosotros estábamos un poco cansados, el debía estar hecho polvo.
Pero en fin, fue una mañana de los más bonita y divertida. Aunque hubo algún momento un poco tenso.
Los fines de semana suele ir gente por allí, a pasear, con los niños, los perros, etc. El problema es que como es campo pues hay que llevar a los perros sueltos. Cuando son pequeños pues no pasa nada, pero es que hay descerebrados que llevan Doverman, American Stanford Terrier, Pastores Alemanes, Bull Terrier Inglés. Sólo los nombres ya acojonan. El pastor alemán no es un perro muy violento, pero si se cruza con los otros y se lían que, y si te pilla por medio que.
Pues bien, en uno de los tramos de subida nos cruzamos con una pareja que iba con sus hijos, un Yorkshire y un Doverman, que digo yo que el pequeño sería el almuerzo del Doverman. Pues bien, yo procuro no demostrar temor, para que cangrejito no aprenda que tiene que tener miedo, así que seguimos andando cerca de ellos, pero un poco más deprisa para distanciarnos. Pues bien, al Doverman debimos parecerle graciosos porque se vino hacia nosotros. Ni ladraba, ni gruñía ni nada, pero ves y fiate. Al verlo venir me puse entre cangrejito y el perro (más alto que el) pero el perro avanzaba hacia cangrejito buscándolo. Yo lo iba apartando y el siguiéndolo. En esas el dueño llama a la perra, que pasa de el hasta que está muy cerca.
El: No hace nada, es que quiere jugar.
Yo: Si no te digo que no, pero es un perro grande y el niño pequeño, y aún sin querer le puede hacer daño.
El: Si es cierto.
Yo sigo mi camino, sin querer meter más cizaña porque hoy la gente está muy loca. Al final, quedó solo en mi pantalón lleno de babas de perro.

American Stanford Terrier

Ya casi al final, otra pareja con dos perros, uno que no se si era perro o rata y otro un American Stanford Terrier. En esta ocasión, en cuanto el perro nos vio hizo el gesto de venir hacia nosotros, pero el dueño lo cogió por el collar y alejándose de nosotros pasaron. Vamos a ver si tu sabes que tu perro tiene que ir sujeto no lo sueltes aunque estés en el campo, en un sitio donde sabes que hay gente. Porque cuando el mismo lo sujeta es porque sabe que el perro  no va a pasar de nosotros. A lo mejor no nos muerde, pero y si...
Señores, un poco de cabeza que nunca pasa nada hasta que pasa.