miércoles, 29 de septiembre de 2010

Loca academia de policia

Esta mañana hemos tenido pataleta con cangrejito. El que con dos años y medio es un experto en tendencias ha decidido (aunque no es la primera vez) que no quería ponerse la ropa que le había preparado mamacangreja. Vístelo entre llantos, patadas y revolcones por el suelo, luego siéntalo en el “rincón de pensar” hasta que se calma y el reloj corriendo.
Alguna vez ya nos lo ha hecho con ropa nueva, pero esta no era la primera vez que la llevaba, quizás el rojo no es el color de los martes, o quizás no quería repetir modelito tan pronto, no lo sé. La cuestión es que cuando se ha calmado hemos salido corriendo para no salir mucho más tarde de lo habitual.
No íbamos tarde, pero el terremoto matutino, nos ha dejado (a los papas) un poco acelerados. No hace falta que presente a Murphy, todos sabemos lo que trae. En efecto, otra gotita más de estrés. La policía local dirigiendo el tráfico. No puedo hablar de otras localidades, pero aquí, puedo prometer y prometo que cada vez que hay un atasco la policía local está cerca.
Yo no sé que les enseñan o si les enseñan algo, pero lo que normalmente tardo en atravesar unos dos minutos, con ellos dirigiendo han sido más de seis. Hoy estaban en esta rotonda y ayer en la siguiente. ¿Qué van cambiando aleatoriamente de ubicación porque se aburren? O ¿es que están buscando el problema de los atascos? Pero no se han dado cuenta que solo los hay cuando aparecen ellos.
En fin como siempre, no tengo ni idea.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Haciendo amigos

Hace un par de días me encontré con unos amigos que como muchos de nosotros se encuentran en una situación económica complicada. La crisis no es como dios, esta aprieta y ahoga.
Según mis amigos, había encontrado un comprador para su piso (las cantidades no las voy a reflejar), a este le gustó el piso y el precio le pareció razonable. Así que se fue a su banco para pedir una hipoteca. Pero se ve, que una vez allí, el agente o como sea que se llame, le empezó a decir que le estaban tomando el pelo, que ese piso no valía lo que pedían por él, etc.
Generosamente y de forma casi gratuita, el banco envía un tasador al piso de mis amigos, y sorpresa, el piso lo tasa muy, pero que muy por debajo del precio que sus propietarios habían puesto. En estas el comprador habla con mis amigos para que le bajen el precio, pues lo han puesto demasiado caro. Mis amigos se niegan.
Unos días después de aquello, se encontraron con el susodicho “casi comprador” y le preguntaron, y este les dijo, que casualmente, el banco tenía un piso de similares características con un precio inferior al suyo y le dieron bastantes facilidades.
O sea, ahora los bancos se dedican a persuadir a la gente que intenta comprarse un piso para que compre uno que le han levantado a alguien. No es que no lo entienda, tienes que vender lo tuyo, pero señores banqueros si no fueran tan hijos de puta, no tendrían que ir quitando pisos, para luego seguir jodiendo a los que todavía no se lo habéis quitado.
Así, no salimos de la crisis, al menos los demás, vosotros trincasteis la pasta de las ayudas a la banca (por un dinero que habíais perdido por avariciosos y estúpidos) y después si te he visto no me acuerdo. Y los pobres currantes que os mantienen a poner el culo.
Lo siento, pero es que me encienden.

martes, 21 de septiembre de 2010

Para paraos

Ayer, lunes, empecé un curso de esos del paro, pero sin retribución. Desde 2008 no había hecho ninguno, no por falta de ganas, que también, si no porque tan solo me llamaron para uno y me quedé en “lista de espera”. Se ve que como ya no te pagan no les interesa incluirte, vamos supongo.
Ahora sigo sin cobrar, pero debe ser que los que cobran ya están haciendo cursos. La verdad es que este curso me apetecía hacerlo hace tiempo (Diseño web), lo malo es que es de lunes a viernes de 15 a 21h hasta mediados de diciembre.
Ayer, como siempre que se llega nuevo a un sitio y no conoces a los demás, tocaba hacer un chequeo al personal para ver si encajas o no, o con quienes sí o no. En la clase hay un poco de todo, por edades la mayoría son de mi edad, hay algunos más jóvenes y un par más mayores. Algunos que controlan bastante y otros, como yo, que no tenemos ni idea (la mayoría).
Al empezar la clase toco la ronda de presentaciones, que digo yo que para que sirven si luego no nos acordamos de los nombres, pero en fin los sistemas modernos es lo que tienen. Cuando el de mi izquierda, un chico jovencito, dijo lo que sabía y su experiencia me alegré, porque siempre va bien tener a uno que controle del tema cerca.
En el descanso, estuvimos unos cuantos tomando algo en la cafetería de abajo (parece un grupo majo, nos echamos unas risas) y al regresar a clase, vi que no estaba el chaval y le digo a Y de broma (omito su nombre para preservar su privacidad), este ha visto que me iba a tener que ayudar y se ha pirado. Nos reímos con la tontería, pero resulto ser cierto. Se lo había dejado porque había visto que el nivel del curso y el contenido, no estaban a su nivel, al menos no dijo que se iba huyendo de mi.

Empezó a explicar el código HTML y un montón de siglas más que no recuerdo y la verdad, que a pesar de que iba con ganas, la última hora se me hizo eterna, tenía hambre, sueño y sed. Y no podía ni pensar en codificar nada.
Menos mal que cuando salimos hacía un fresquito fantástico que me ayudo a despejarme. Luego al llegar a casa me encontré con la “tormenta perfecta”, pero esa es otra historia.
Esta tarde más, y mañana, y pasado mañana y …

jueves, 16 de septiembre de 2010

Consecuencias directas

Queridos amigos,
La verdad es que en ningún momento se me pasó por esta cabecita loca que tengo, que la entrada en la que me despedía de mi viejo colchón pudiera llegar a tener alguna consecuencia, ni directa ni indirecta. 
Mi intención era crear una falsa espectativa, cosa que conseguí, por los comentarios que habéis dejado, cosa que agradezco, los comentarios digo. Simplemente me pareció una forma graciosa de decirle adiós a nuestro futón.
 Pero como una imagen vale más que mil palabras y a buen entendedor pocas palabras bastan,  creo que adivináis la opinión de mamacangreja sobre la entrada. Al parecer le di un buen susto.
P.D: El nuevo colchón es increíble.
P.D2: Mamacangreja ya no está enfadada, solo fue un acaloramiento pasajero.

martes, 14 de septiembre de 2010

Una década después.



















Esta noche va a ser diferente, después de 10 años compartiendo noches, confidencias, conversaciones, buenos y malos sueños, nos hemos separado. Después de tanto tiempo nuestra relación se había vuelto tensa, incómoda para todos, no solo para mí. Hacía algún tiempo que sabíamos que esa relación no iba a ser para siempre, ya que se había estancado en su forma y cada vez era más difícil tener algo de libertad.
Hoy, después de 10 años, te digo adiós, pero también sé que te recordaré siempre, porque fuiste un sueño hecho realidad, eras lo que deseaba y me he sentido satisfecho durante todo este tiempo, pero todo llega a su fin, y el momento de que nuestros caminos tomen rumbos distintos ha llegado.
Hoy, tras 10 fantásticos años, nos hemos cambiado de colchón. Hemos sustituido nuestro futón por un colchón de viscolástica. El cambio era necesario, ya que no descansábamos bien y los dolores de espalda empezaban a ser habituales.
A dormir, buenas y plácidas noches.

lunes, 13 de septiembre de 2010

GUARDERIA 3

La verdad es que el jueves fue todo bien. Ahora el miedo era el viernes, ya que  sabía a lo que iba. Nuestra sorpresa, aunque grata, fue que al igual que el jueves, entro solo corriendo. Como lo vimos tranquilo nos fuimos enseguida y se quedó allí tranquilamente.
Durante el fin de semana, la cuestión es preocuparse, decíamos “ya verás el lunes, después de dos días con nosotros no querrá volver y llorará”. En efecto, entro como los otros días, pero una vez dentro se puso a llorar, pero no penséis que era porque no quería separarse de sus papas, no, el muy malandrín lloraba porque no le dejaban irse al patio a jugar con los juguetes.
A los primeros llantos decidimos irnos, cuanto más rápido mejor. Pero como mamacangreja se quedó preocupada nos fuimos a la parte de atrás a mirar entre los arbustos. Todavía lloraba un poco, pero se le pasó enseguida, iba de la mano de la nueva profesora (el chico no ha podido superarlo y lo ha dejado). Así que nos hemos ido, con mamacangreja más tranquila.
Cuando hemos ido a recogerlo, buscando aparcamiento hemos pasado por la parte de atrás, y los arbustos estaban llenos de padres cotilleando. Somos la leche. Al llegar a la puerta, la mama de la única niña nos dice:
Mamaniña: ¿Habéis ido a mirar desde los arbustos?
Nosotros: No, acabamos de llegar.
Mamaniña: No hay ninguno llorando, están todos jugando y saltando.
Mamacangreja: Que bien. Cuanto me alegro.
Mamaniña: Además, ya los tienen comidos porque en las mesas no se ve nada.
Mamacangreja: Que bien. Veremos si han comido hoy, porque el viernes, cangrejito, al llegar a casa se puso a pedir comida, y después merendó un montón.
Mamaniña: La mía también, creo que no comieron mucho el viernes.
“Coño que eran lentejas, yo tampoco habría comido”
De pronto, una abuela abre la puerta y entra aunque no eran las 13h, pero detrás de ella nos colamos todos los presentes (Me recordaba a la inauguración de PRIMARK en Castellón, pero ese es otro tema).
Cuando llegamos al aula, nos encontramos a los niños jugando, la mesa recogida, nada de restos de comida ni por la mesa ni por el suelo, no estaba el carrito de la comida. Nada que ver con los dos días anteriores. Cuando conseguimos hablar con la nueva profe nos dice que estaban cantando la canción de “los ojotos, la boquita…”, algo así, mientras cangrejito señalaba el reproductor de cd’s e intentaba ponerlo en marcha (es superior a sus fuerzas, cuando ve un aparato con botones se vuelva loquito. De hecho, sus primeros pasos fueron hacia el ordenados, y además apretó el botón de encendido).
Después, nos comenta que se ha portado muy bien y que se lo ha comido todo (1º crema de calabacín y 2º albóndigas jardinera) y que ha jugado mucho. Me lo creo, porque luego en casa le hemos ofrecido comida y no ha querido absolutamente nada, ni galletas. ¿Cómo lo conseguirán?
Así que al parecer, Cangrejito está contento yendo a la guardería, de hecho, sigue sin querer irse cuando vamos a buscarle. De camino a casa, parados en un atasco, papacangrejo y mamacangreja han querido ser participes de su nueva etapa:
Papas: Cangrejito, ¿Cómo es la canción?, “los ojitos, la boquita…” (improvisando porque no la hemos oído nunca), cangrejito nos ha mirado a los dos y después se ha puesto a mirar por la ventanilla. Hemos recibido el mensaje y no hemos vuelto a insistir con la canción.

viernes, 10 de septiembre de 2010

GUARDERIA 2

El miércoles por la tarde fue un día de nervios y preparaciones. Más para nosotros que para cangrejito, aunque estoy seguro que sabía que algo se estaba preparando. Desde que lo apuntamos a la guardería le hemos ido recordando, de vez en cuando, que pronto iría al “cole de los nenes”, por eso creo que algo se olía.
Hoy jueves lo hemos despertado un poco antes de lo normal, eran las 7:30 aproximadamente, pero a él no ha parecido importarle mucho, tumbado en el sofá con su biberón y viendo dibujos, mientras nosotros íbamos de un lado para otro perfilando los últimos detalles. Cómo las camisetas que le teníamos que poner en la bolsa, de reserva, y que pusimos a lavar el miércoles por la tarde, porque no nos dimos cuenta que lo tenía todo sucio.
Una vez todos vestidos y peinados, bueno a mí no me hacen falta, pero ellos sí, nos hemos ido de casa haciéndole algún recordatorio sobre nuestro destino. Al llegar al coche, me encuentro con otro vehículo aparcado en doble fila, impidiéndome salir. Un poquito más de nervios para terminar de animar la mañana. Después de unos cinco minutos, más que menos, aparece una mujer que sale de una cafetería de la esquina corriendo como si no quisiera molestar. Cuando llega, con educación pero con contundencia le digo:
- Yo: Si aparcas en doble fila, deberías tener la consideración de estar pendiente.
- Ella: Lo siento, lo siento.
- Yo: Si claro.
La mujer mueve el coche y nosotros salimos dirección al cole de nenes. Cangrejito va un poco serio, no sé si es porque hace poco que se ha levantado o por la incertidumbre.
Como es el primer día, elijo ir por un camino, que no volveré a repetir. Creo que hemos pasado por unos cinco o seis colegios con sus consiguientes atascos producidos por los padres y madres que llevan a sus hijos en coche, autobuses y tráfico habitual. Cuando veo estos atascos siempre me acuerdo de un monólogo que escuché una vez:
“A: Oye, ¿Cómo está tu mujer?
B: Muy bien, la he apuntado a un curso.
A: ¿Sí?, ¿de qué?
B: Cómo llevar / recoger al niño del colegio sin colapsar el tráfico.”
No recuerdo quien era, ni el resto del monólogo, pero ese trozo no se me olvida.
Después de haber salido con tiempo, colegio tras colegio se nos ha echado el tiempo encima. Faltan menos de diez minutos y todavía tengo que aparcar, si, porque yo ya hice el cursillo ese y no aparco donde me sale de la …,
De pronto, mientras aparco oigo “Agua, agua”. Ahora quiere beber, cruzo la calle corriendo y compro un botellín de agua en una cafetería que hay frente al coche. Niño bebido, a la guardería.
Llegamos y cangrejito que reconoce el sitio (ha estado dos veces anteriormente), sale corriendo por el patio en dirección al interior, señalando todos los dibujos que ha puesto decorando los grandes ventanales. De momento toda va bien, no llora, en realidad ninguno llora. Pero el tema cambia al entrar, empiezan a oírse lloros de todos los tonos e intensidades. Yo le lanzo una mirada a mamacangreja de complicidad mezclada con acojone y ganas de salir corriendo.
Cojo a cangrejito de la mano y le digo “vamos a tu clase cariño”, y allá que nos encaminamos los tres intentando mantener la calma mientras nos cruzamos con madres llorando, niños llorando, joder allí parecía que lloraban hasta las profesoras. Por fin llegamos al aula, y todavía seguimos intactos.
Alguna madre de los de su clase se va rápido y su crío se queda llorando, con unos mocos verdes surcando su labio superior hasta que llega otra madre y lo coge: “mama viene en seguida no te preocupes”, mientras el niño seguía en su interpretación personal de la Traviata.
Dejamos todos los bártulos donde nos dice el profe (tenía una cara de asustado impresionante), y vamos a buscar a cangrejito que se había largado a los columpios, volvemos a la clase y este empieza a ponerse nervioso y a querer que la mama lo coja en brazos, como decimos por aquí “aixo s’embrute” (esto se ensucia, se pone feo). Mamacangreja aprovecha un descuido y se larga, yo me quedo un poco más, lo siento en una sillita y le pongo unos dibujos para colorear, le doy unas ceras y otro niño le trae rotuladores. El parece que se conforma y se pone a pintar, lo que yo aprovecho para salir por piernas cerrando la puerta tras de mí.
- Yo: ¿no ha ido tan mal, verdad?
- Ella: ¿Se ha quedado llorando?
- Yo: No, pero no sé si ahora…, espera, desde el parque de atrás, desde los arbustos se ve su clase, vamos a cotillear.
Cuando llegamos al sitio en cuestión nos encontramos con los padres de una niña de la clase de mi hijo (la única que ha ido hoy) que han tenido la misma idea. Allí estábamos los cuatro, cual acosadores escondidos entre los arbustos espiando a nuestros hijos.
Yo: No lo veo, refleja el cristal.
El otro: Mira la nena, no está llorando, creo.
Ella: ¿Qué haremos cuando tengan 16 años, si ahora los espiamos así?
Todos: ja,ja,ja,ja
Yo: Ya lo veo, está… está, está dibujando en la pared con un rotulador.
Ella: No me lo puedo creer.
Yo: Míralo, míralo. Ni llora ni ná.
Nos damos la vuelta para irnos y nos topamos con una mujer cuidando el jardín del parque mirándonos con cara de circunstancias. Menos mal que estábamos allí dos parejas, si llego a ir solo, seguro que esa llama a la policía, ya me imagino intentando explicar a los agentes que hacía escondido entre los arbustos espiando a los niños de una guardería, buffff.
A las 12:50 estaba el patio de acceso plagado de padres impacientes por recoger a sus vástagos y ver cómo les ha ido la mañana. Cuando conseguimos llegar a la clase, nos encontramos a cangrejito sentado en una silla, con un yogurt delante de él, estaba esperando que volviera la profesora para darle el yogurt. Al vernos, nos sonríe pero no se levanta de la silla, así que mamacangreja le da el yogurt y cuando no quiere más se levanta y se va a los columpios a jugar con un camión.
Yo: Cangrejito venga vámonos a casa
Él: No
Ella: ¿cómo que no?
Él: No
En vistas de las pocas prisas por salir de allí me voy a buscar se lo al profesor (todavía vivo) para que me dijera como había ido. Al pobre no le llegaba la sangre al cuerpo, de hecho le oí decirle a unas madres que seguramente el viernes sería su último día. Yo no le he querido decir nada seguramente ya se sentirá el bastante mal. Así que en vistas de que el pobre no parecía saber donde estaba fui a hablar con la chica que le estaba ayudando. Toda sonriente y sin una gota de sudor.
Yo: Perdona ¿sabes cómo le ha ido a m nene? Señalando hacia fuera.
Profe apoyo: mira hacia afuera y dice ¿Cangrejito?
Yo: flipando de que ya supiera su nombre. Sí
Profe apoyo: No ha llorado, ha sido casi el único que no ha llorado. Ha comido un poco de arroz, unos trozos de pechuga y el yogur se lo iba a dar, pero han empezado a entrar padres y se acabó.
Yo: Si, estaba sentado esperando, pero se lo ha dado la mama.
Profe apoyo: Es muy sociable y participativo. Hemos puesto música y hemos dicho a bailar, y ha sido el primero en ponerse a saltar.
Yo: Si, me lo creo.
Profe apoyo: se ha portado muy bien.
Yo: Hoy, mañana veremos. Hasta luego.
El primer día ha sido muy bueno, pero ahora nos preocupa el segundo día, porque mañana, el ya sabe a dónde va, y no sabemos cómo se lo tomará cuando se vea allí de nuevo. Nuestra esperanza es que se lo ha pasado bien y que lo que más le gusta es jugar con otros nenes, así que a cruzar los dedos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Oceanográfico de Valencia

El martes, decidimos ir a pasar el día a Valencia y visitar el oceanográfico. La verdad, es que fue una decisión tardía, a las 10 de mañana, pero nos dimos prisa y las 10:50 entrabamos en el tren, justo antes de que se cerraran las puertas.
Al llegar nos dimos un paseo por la plaza del ayuntamiento y alrededores, haciendo un poco de tiempo, pues decidimos comer a las 13:30 hora cangrejito y visitar el oceanográfico después de comer. Cogimos el autobús (el 35 por si a alguien le interesa) y nos fuimos al centro comercial el Saler.
No sabíamos si ir a un bufet o a una pizzería, los que tenéis hijos pequeños sabéis a lo que me refiero, para que cangrejito comiera. Dudamos entre una pizzería y un buffet, al final optamos por el bufet, por aquello de que hay mucha variedad y eso.
Primer intento, un plato de paella, dos cucharadas y boca cerrada, que no entran moscas, ni comida ni nada de nada. Segundo intento, queso, parece que se lo come bien. Al segundo trozo abre la boca y lo deja caer. Tercero, longanizas, ni probarlas. Conseguimos que se comiera unos trozos de pepino. De repente, ve el pan y empieza a darle bocados, así que comió un panecillo y unas 10 uvas. Bueno, otras veces ha comido menos. Voy a pagar y me cobran 4,50€ por el crio. Y me cago en la puta, porque tiene dos años y medio y se ha comido un panecillo y unas uvas, pero paso de mosquearme, así que suelto la pasta y nos largamos.
Nos vamos al oceanográfico, 47,80€ los dos, al menos el crio no paga. No hicimos cola para entrar, normal, estaban todos en el bufet.
Ya habíamos estado en el oceanográfico (perdón l’oceanogràfic) de Barcelona y nos gusto mucho, pero tengo que reconocer que el de Valencia es impresionante, es más como un pequeño parque temático de los océanos. Vas alternando los paseos por los acuarios con paseos por el exterior entre unas zonas y otras. No parece que estés en la ciudad. Todos los detalles cuidados, el personal muy amable, atendiéndote en el idioma que les hablaras, limpio.
No puedo decir mucho más porque es algo para ver. Si tenéis la oportunidad de visitarlo, no lo dudéis no os decepcionará.
Lo que más me sorprendió, las morsas, pedazo de bicho, son enormes, y las medusas, parece una tontería, pero me parecieron alucinantes.
A las 17:43 llegabamos a la estación de trenes, y el siguiente salía a 17:50, así que decidimos coger el de las 18.15 y poder comprar algo para merendar, porque seguro que cangrejito tendría hambre cuando se despertara (se durmió en el bus camino de la estación). Compramos la merienda y vemos que son las 17:47. Nos miramos y digo ¿lo intentamos?.
Acto seguido empezamos a correr como posesos por la estación. La gente que hacia cola en los trenes de largo recorrido se iba apartando al verme llegar corriendo con el carrito, menos mal, porque con lo que resbalaba e suelo no habría podido frenar. Entramos al tren y los 30 segundos, pip pip pip se cierran las puertas. No ha estado mal, todo ha ido sobre ruedas. La verdad, es que a veces cuando no las planificas las cosas salen mejor.

domingo, 5 de septiembre de 2010

CD CASTELLON - ORIHUELA CF

Hoy los aficionados acudíamos a Castalia con la esperanza de que el equipo “titular” nos resarciera de la vergonzosa derrota sufrida ante el Portugalete en copa. Pero para sorpresa de todos los aficionados del Castellón el primer equipo, al menos hoy, ha demostrado menos juego y claridad que el “suplente” empleado en copa.
Hoy nos han dado un baño de juego desde el minuto 1. El Orihuela, un equipo sin misterios y con un juego más que normalito, nos ha hecho bailar a su ritmo durante todo el partido. Un equipo que lo único que ha hecho estar bien colocado, con sus filas muy ordenadas donde sus jugadores sabían exactamente donde estaban sus compañeros para pasarles el balón.
Nuestros jugadores también sabían dónde estaban, y para no desentonar, también les daban buenos pases, pero a los del Orihuela. Si quieren salir con el esférico controlado desde atrás tendrán que aprender que hay que pasar el balón a los de tu equipo y no a los rivales. Esta semana deberían aprenderse los colores de su equipo y las caras de sus compañeros.
Hoy el Orihuela CF ha bailado con la más fea, y además la ha montado cual perra en celo y se ha llevado los tres puntos (no hemos merecido ni empatar). Los nuestros con las orejas agachadas y el rabo entre las piernas se han retirado del campo. Nosotros una vez más, cabreados y con cara de tontos.
El miércoles quería creer, hoy creo que quiero.

sábado, 4 de septiembre de 2010

GUARDERIA 1

A finales de agosto, tuvimos la reunión en la guardería. Primero la directora nos dirigió unas palabras, muy pocas afortunadamente, ya que estábamos todos los padres de todos los alumnos en una sala, los que no cabían en el pasillo. Después cada uno pasamos al aula de nuestro hijo para conocer y hablar con el profesor adjudicado.
En el caso de nuestro hijo es un profesor, el único de toda la guardería. Al pobre se le notaba nervioso y un poco perdido, entiendo que es más fácil lidiar con los niños por tremendos que sean que con los padres, que piensan que sus hijitos son los mejores y más maravillosos seres de la creación.
El profesor intentaba seguir un guión que se había preparado con la información que nos tenía que dar, y que en su mayoría ya la sabíamos, aunque al parecer había gente que aún pensaba que por su cara bonita el colegio iba a modificar las reglas. Después de recordarnos que el horario era de 9 a 17h de lunes a viernes, cosa que ya nos habían dicho antes varias veces. Algunos aún interrumpían:
- Sra. A :¿y yo no puedo traer a mi niño un par de horas dos días en semana y el resto normal?
- Profesor: No, esta guardería es de titularidad pública y el horario es de 9 a 17.
- Sra. A: Pero es que yo tengo libre dos días a la semana y me sabe mal que no esté conmigo.
- Profesor: Lo siento, pero son las normas.
- Sra. A: Pues no me parece bien
Yo pensaba “pues vayase a una guardería privada vera como le dejan hacer lo que quiera y deje de dar por culo”.
El profesor nos explica que en el tablón de la entrada habrá una hoja en la que se podrá ver que ha hecho el crio ese día, si ha comido, si ha dormido, etc.
Sra B: (Una abuela con pinta de pija insufrible). Pues yo quiero que a mi nieto le pongáis una hoja en la mochila con todo lo que ha hecho, nadie tiene porque saberlo.
Sra C: yo también, además si vengo con prisa y no puedo mirarlo que?, y si no puedo venir yo a recogerlo, que?.
¿Cómo pueden ser tan estúpidas?, ¿no puedes perder 30 segundos en mirar el tablón?, ¿no le puedes decir a quien venga a recogerlo que lo mire?, solo lo pensaba, pero en mi interior ya empezaba a encenderse la hoguera.
Profesor: Bueno eso lo trasladaré a la directora, pero en principio el sistema va a ser ese.
Sra B: Pues vaya, en otras guarderías te ponen una hoja con lo que ha hecho ese día.
“Pues llévalo a esa a no que te soplan 300€ o 350€ y además de pija era tacaña”.
Sra C: Y estás tu solo. Porque mi hijo no lleva paquete y tienes que estar pendiente de él porque no pide ni pipi ni caca.
Sra D: Pues el mío también, no lleva pañal pero no pide.
“serás gilipollas, ¿y para que le quitas el pañal?, ¿para decir que tu hijo ya no lleva?, serás imbécil, así yo también le quito el paquete, ¿de verdad se piensa que el profesor va a ir todo el día con el orinal detrás de su hijo?, ya sé que niños van a ir todos los días meaos y cagaos”.
Sé que mis pensamientos hacia estas personas son un poco ácidos y me dirijo a ellas “mentalmente” en un tono inapropiado, pero es superior a mis fuerzas. No dejan hablar al profesor y todo se centra en sus maravillosos hijos.
De pronto me giro porque una que había detrás de mi (muy participativa) está hablando y me veo que tiene a su hijo de 2,6 años enganchado a la teta. Acepto que le des el pecho hasta que vaya a la universidad si te da la gana, pero tu hijo ya no es un bebe que no pueda esperar un rato o al que no le puedas dar otra cosa. Pero no, me saco la teta y se la enchufo, y encima le riño porque me hace daño. Pa cagarse.
No voy a comentar todo lo hablado, todo lo interrumpido porque solo de recordarlo me vuelvo a encender. Así que voy a terminar con los hechos que hicieron que me levantara de aquella diminuta silla y me fuera al pasillo indignado, si me quedo, se lía, seguro, porque salí mordiéndome la lengua.
De pronto, en medio de aquel gallinero de padres y madres obnubilados, surgió la voz de un hombre:
Sr. H: ¿Te has fijado que en esta clase hay 11 niños y cuatro niñas?.
Profesor: Pues no, se ha separado por edades, que es lo más adecuado.
Sr H: Pues en las otras clases hay 6 y 8 niñas y aquí solo cuatro, no me parece correcto.
“Vamos a ver alma de cántaro, que te acaba de decir que van por edades, ¿Qué quieres que ponga a tu nena con las más pequeñas?, o es que no quieres que un hombre cuide de tu hijita”
Sr. H: Además, ¿Estas tu solo?
Profesor: Bueno en verdad tenemos una chica de apoyo y si es necesario puede venir otra profesora.
Sr H: ¿Tú crees que vas a poder con 15 niños?
Profesor: Si claro.
Sr. H: Pues me vas a perdonar, pero yo no confío en ti. Yo creo que sería mejor una mujer. Por naturaleza las mujeres están preparadas para cuidar de los hijos, y los hombres no.
En ese momento, di un salto de mi asiento y me largué indignado, era superior a mis fuerzas.
Una cosa me quedó totalmente clara, no voy a sacar ninguna amistad de aquel montón de energúmenos (hay algunas excepciones), que no me esperen para tomar café, aunque lo prepare una mujer que de cocinar sabe más, ¿no?