Vuelta al cole

Estos días de tanto trasiego escolar, primero reunión general padres maestra, luego entrevista personal con la profesora, libros, etc, no puedo evitar que me invadan recuerdos de cuando iba al colegio. Todo es tan igual y tan distinto, los niños son tan parecidos y tan diferentes. Cangrejito tiene 21 compañeros más, repartidos lo más equitativamente que han podido entre niños y niñas, entre los que quieren religión y los que no. Entran de forma escalonada para que no sea un trauma y se adapten poco a poco. En la entrevista la profesora nos pregunta de todo, de modo que tiene mucha información del nene. De hecho, ya nos dijo que en cuanto entrara a clase le daría unos coches (son uno de sus juguetes favoritos).
Cuando yo era pequeño, empezábamos todos al mismo tiempo y la profesora no tenía ni idea de lo que le llegaba a clase, ahora ya saben los que le van a dar más guerra y los que no.
Mi primer recuerdo de un aula es de cuando tenía unos 4 años. Y recuerdo perfectamente los 10 ó 12 niños del pueblo en una sola clase. Una sola profesora con niños de diferentes edades y cursos. Los pupitres de madera, que los levantabas y tenían un cajón. Las sillas también de madera unidas al pupitre como una sola pieza de estudio.

Recuerdo el silencio de los más mayores, con la cabeza agachada y escribiendo en sus libretas, el barullo de los más pequeños inmersos en sus juegos. Yo por aquel entonces no tenía que ir al colegio, pero me empeñé en ir. No sé si volví a ir o ya no lo hice hasta que era obligatorio, pero me acuerdo de aquel día perfectamente.
Hace mucho que no voy por ese pueblo, pero la última vez que fui el colegio lo habían quitado muchos, muchos años atrás. El colegio seguía en pié pero abandonado y ocupado por el polvo y los trastos, aunque todavía podían verse por las ventanas los viejos pupitres que antaño ocuparon niños, dándoles la única vida que tenían.
Hoy, ni siquiera se si el edificio sigue en pié, pero al menos en mi memoria, y en la de los que pasamos por aquella clase, continúa exactamente igual que en el momento en que se grabaron nuestros recuerdos infantiles.
Hoy, los libros de cangrejito me han costado 73,26€, material escolar individual que parece que le vaya a durar hasta primaria. Eso si, los nervios del primer día serán los mismos que los que tuvimos nosotros.