POS YA ESTA

Pues ya está, el día, tan temido por todos los padres, sobre todo por los noveles,  ya ha pasado. Como todos, llevamos un tiempo diciéndole, que pronto, la semana que viene, el lunes, mañana, cariño que hay que ir al cole. En un intento desesperado de preparar a los críos para ese fatídico momento. No queremos que nuestros hijos sufran, lloren, lo pasen mal. Y ese es un momento de lágrima fácil, y claro, somos adultos y no queremos llorar. Aunque cangrejito se despertó un poco quejoso, no nos ha dado guerra para vestirlo e ir al cole. De  camino, en medio de la marabunta de niños, mochilas, carritos, padres, madres, abuelos, perros y algún que otro despistado que, sin pensar, se ha mezclado con la muchedumbre.
Pues bien, ahí íbamos los tres, con cangrejito en medio con cara temerosa, desde su altura aquello debería parecer el fin del mundo o algo así. Mientras esperábamos que entraran los mayores, yo planificaba la jugada, de hecho, pensaba que iba que tener que coger a cangrejito con un brazo y con el brazo y el codo derecho ir abriéndome paso entre los padres y madres aferrados a sus posiciones, controlando que sus vástagos no les sean sustraídos a través de la única entrada y salida abierta del colegio, con la directora en la puerta para que solo entren los niños. Mientras mamacangreja se despedía, ella prefería quedarse en la barrera argumentando que se iba a trabajar. Al final no he tenido que hacer uso de mis nulos conocimientos de rugby y hemos podido pasar sin ningún problema.
Cangrejito no se ha quejado en ningún momento, pero no hacía falta, se le notaba nervioso, con ganas de irse a casa, pero no ha dicho nada. Lo he acompañado hasta la fila le he dado un beso y me he ido, y allí se ha quedado el, cabizbajo con el saquet del almuerzo casi arrastrando. Unos instantes después, la profesora los ha puesto en fila, cogidos de las camisetas del delante y mientras les cantaba una canción se iban despacito hacia la clase. El seguía sin levantar la vista. Tan solo una niña parecía que iba a explotar, los otros simplemente seguían al de delante, como en una fila de reos.
El resto de la mañana lo hemos pasado haciendo recados, y cada vez que sonaba el teléfono, mamacangreja decía "del cole, seguro que se ha hecho pipí", y en efecto, ninguna de las llamadas era del cole.
A las 14:30 hemos ido a recogerlo (se queda al comedor, así que este mes salen a esa hora), nerviosos, ansiosos, espectantes ante la incognita del que habrá pasado. Cuando hemos llegado al aula donde estaba, lo hemos visto sentado en el suelo, viendo unos dibujos en una tele, con la cabeza apoyada en las manos y los brazos en las piernas, tranquilo. Al acercarnos la cuidadora del comedor se ha dirigido a nosotros ¿Venis a por Cangrejito verdad? (no le he preguntado como lo sabía, aunque a todo el mundo le parece obvio). Cuando nos ha visto se ha levantado tranquilamente y ha venido en nuestrra busca. El cuidadora nos ha dicho que ha comido bien (medio plato de macarrones, medio pescado, media manzana y medio vaso de leche), pero que le había tenido que dar. En casa come solo, pero claro primer día de cole, con mogollón de desconocidos... en fin, al menos ha comido, en la guardería no comía aunque se lo dieran.
Después, nos ha contado que han corrido, se ha tirado dos veces por el tobogán, a jugado a la granja, pero que a los coches no, etc, y nosotros preocupados. No ha llorado, se lo ha pasado bien, no se ha hecho pis  y ha comido. ¿Que más le podemos pedir al primer día de cole?.