El sábado 26 de abril presenté El último hogar en la Feria del Libro de Castellón.
Era la primera vez que hablaba de mi novela en público, con micro en mano y todo, y aunque al principio me temblaban hasta las pestañas (porque eso de oír tu voz por toda la plaza impone), poco a poco me fui soltando y acabé bastante cómodo. Bueno, cómodo dentro de lo que cabe cuando eres tú el que tiene que hablar y no hay donde esconderse.
La asistencia fue modesta. Vamos, que vinieron unos cuantos amigos. Pero es normal, no me conoce ni el tato. Y aún así, fue una experiencia muy positiva. Aprendí un poco cómo va esto de las presentaciones, y me llevé una sorpresa muy agradable: esa misma mañana vendí bastantes libros. ¿A mis amigos? No. A gente que pasaba por allí, veía el cartel, la portada, se acercaba, hojeaba... y compraba. Así que sí, parece que algo tiene El último hogar que llama la atención.
Ahora, lo más complicado de todo: las dedicatorias. ¡Qué estrés! Quiero hacer algo personal, que guste, que no suene a plantilla reciclada... y claro, con cada uno me quedo atascado como si fuera un examen. No sé cómo lo hacen los autores que tienen colas interminables. Supongo que hay que ser más práctico, pero yo soy así, qué le vamos a hacer.
A pesar de los nervios y las dudas, estoy contento. Muy contento. Agradecido a los que se pasaron, a los que se interesaron, a los que compraron, a los que simplemente se quedaron un ratito escuchando. En serio, gracias.
La feria aún sigue hasta el domingo 4 de mayo, pero ya puedo decir que, como autor primerizo y desconocido, me doy por más que satisfecho. He vendido más libros a desconocidos que a conocidos, y eso, para alguien que escribe en pijama y lanza palabras al vacío, es casi un milagro.
La asistencia fue modesta. Vamos, que vinieron unos cuantos amigos. Pero es normal, no me conoce ni el tato. Y aún así, fue una experiencia muy positiva. Aprendí un poco cómo va esto de las presentaciones, y me llevé una sorpresa muy agradable: esa misma mañana vendí bastantes libros. ¿A mis amigos? No. A gente que pasaba por allí, veía el cartel, la portada, se acercaba, hojeaba... y compraba. Así que sí, parece que algo tiene El último hogar que llama la atención.
Ahora, lo más complicado de todo: las dedicatorias. ¡Qué estrés! Quiero hacer algo personal, que guste, que no suene a plantilla reciclada... y claro, con cada uno me quedo atascado como si fuera un examen. No sé cómo lo hacen los autores que tienen colas interminables. Supongo que hay que ser más práctico, pero yo soy así, qué le vamos a hacer.
A pesar de los nervios y las dudas, estoy contento. Muy contento. Agradecido a los que se pasaron, a los que se interesaron, a los que compraron, a los que simplemente se quedaron un ratito escuchando. En serio, gracias.
La feria aún sigue hasta el domingo 4 de mayo, pero ya puedo decir que, como autor primerizo y desconocido, me doy por más que satisfecho. He vendido más libros a desconocidos que a conocidos, y eso, para alguien que escribe en pijama y lanza palabras al vacío, es casi un milagro.
Fantastic! Well done. Not sure I'd be able to talk over the microphone! Good you got used to using it :-D Great event for you and your book :-D
ResponderEliminarYes, quite a challenge, thank you very much
EliminarOle ole!!! Felicidades!!!
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarTe deseo todo el éxito del mundo. Enhorabuena ☺️
ResponderEliminarY yo a ti jajajaj
EliminarEnhorabuena; parece que has empezado con buen pie. :)
ResponderEliminarEs un pasito, pero siempre hay que dar el primero
EliminarEspero que te haya ido bien. Te mando un beso y te deseo un buen mes de mayo.
ResponderEliminarMuchas gracias e igualmente
EliminarSi llegas a estar en Madrid, me acerco. Me alegro que tu libro vaya tan bien!
ResponderEliminarUn besazo!
Ojalá, aunque no puedo decir que no.
Eliminar