Un año con Linda

Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que Anusky se vio obligada a desprenderse de Linda, y llegó a nuestra casa. Las cosas han cambiado mucho para todos, Linda incluida, ya que se ha tenido que acostumbrar a un nuevo hogar, lleno de cangrejos, unos seres totalmente extraños para ella.
Nos hemos tenido que adaptar a la nueva situación, los unos y los otros, pero en realidad, Linda nos lo ha puesto muy fácil, ya que es hiper-mega cariñosa. Si la dejáramos estaría todo el día encima de mamacangreja o cangrejito dándoles lametones.
Hace tiempo que pienso que Linda está totalmente integrada en la familia, pero ahora lo puedo confirmar con total seguridad. Antes lo hacíamos ocasionalmente, pero desde hace un par de semanas lo hacemos todos los días, normalmente antes de que cangrejito se acueste, aunque es cierto que hay días que lo hacemos varias veces.
¿El qué? os estaréis preguntando. Pues abrazos familiares. En el momento en el que alguien en casa grita ¡Abrazo familiar!, en ese momento el resto acudimos para darnos un abrazo conjunto mientras decimos ¡Abrazo familiar! ¡Abrazo familiar!. 
Pues bien, cuando Linda oye que alguno decimos eso, sale disparada hacia donde estemos y se pone a dos patas apoyándose en nosotros participando ella también. Cuando se hace tumbados en la cama, se sube de un salto y empieza a dar lametones al primero que pilla.
En fin, que está claro, clarísimo que es una más de la familia, es guapa, simpática y alegre. No pasa ni un solo día en que alguien se acerque a ella para acariciarla, atrae a la gente más que la miel a las moscas. Y por las mañanas, en la puerta del colegio tiene a los niños revolucionados, incluso tiene un club de fans, que en cuanto nos ven aparecer se acercan para acariciarla.
En fin, un año lleva con nosotros, pero en realidad es como si nunca hubiera faltado.