sábado, 17 de noviembre de 2012

El enfado y yo.


Una de las cosas que menos me gustan en esta vida es enfadarme. Sin embargo es una de esas cosas que me salen con suma facilidad. Desde hace dos años trabajo para controlarlo y en la medida de lo posible eliminarlo de mi. Es cierto que he avanzado mucho, y aunque me enfado muchísimo menos que antes, todavía me hierve la sangre en muchas situaciones. Pero, creo que he encontrado una herramienta que me ayudará a erradicar esta molesta visita.
Esto viene ligado al proceso involutivo en el que estoy envuelto. No os preocupéis, es algo natural en los de mi especie y que se va acentuando con el paso de los años. Hace poco, os decía que renunciaba, y sobre todo que renunciaba a no ser feliz. Pues bien, me he dado cuenta de que el enfado es un impedimento muy importante para lograr ese objetivo. Ya que, cuando me enfado no solo no soy feliz, sino que además, me siento mal. Me genera una sensación desagradable durante el enfado, por supuesto, pero también cuando se me ha pasado. Además, cuando me enfado genero malestar en las personas que me rodean, ya que se sienten violentas e incómodas.
Analizando los motivos por los que suelo enfadarme, me he dado cuenta de que todas las excusas que hacen salir el enfado en mí, las puedo aglutinar en unas pocas:
- Me han dicho algo desagradable.
- Las cosas no salen como yo quiero.
- Tengo que soportar cosas que no me gustan. 
Por lo tanto, si cuando sucede algo que  no me gusta, da igual la que sea, me enfado, además de estar jodido estoy enfadado, así  que estoy doblemente jodido. A esto hay que sumarle que cuando estoy inmerso en mi mundo de odio, soy incapaz de buscar  una solución útil y eficaz para intentar solucionarlo, porque cuando estoy enfadado soy incapaz de razonar y pensar lógicamente.
Por eso, a partir de ahora, cuando note que el enfado empieza a aparecer o sepa que una situación, que se cierne sobre mí, me va a hacer enfadar, voy a intentar  acordarme de hacer lo siguiente:
Lo primero es pensar que enfadándome no voy a conseguir nada, porque sea lo que sea lo que vaya a alterarme, con el enfado no lo voy a arreglar. Lo más probable es que sea todo lo contrario, que lo empeore.
Si pensando esto veo que no voy a conseguir detener mi enfado, será el momento de poner en marcha el plan B, largarme a tomar viento fresco. Así, que si no consigo mantener la calma ante alguien o ante algo, lo mejor es que me vaya, porque seguro que estaré mejor en cualquier otro sitio.
Desde hoy hasta el próximo sábado, voy a intentar aplicar esta estrategia cada día para ver que pasa. Y después, prometo contaros como me ha ido con mi plan.



9 comentarios:

  1. Bueno, es que a veces, te tocan tanto las narices, que te tienes que enfadar. A mí me pasa.
    Pero ea, tb te digo que de un tiempo a esta parte, habré aprendido a que las cosas no me afecten tanto y tardo más en enfadarme.
    Eso sí, cuando se colma el vaso, que es cuando exploto ya, mejor que no haya nadie delante...
    Menos mal que eso se da ya muy de tarde en tarde...
    :)


    Un beso y ánimo con ese propósito, porque al fin y al cabo, el que peor lo pasa eres tú.

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  2. Tranquil papacangrejo, eso nos pasa a todos, creo yo. Suerte en tu propósito semanal !!

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  3. sabes cual es mi suerte?? que a los dos minutos no es que se me pase el enfado sino que no me acordaba que lo estaba jajajaj tengo la memoria de Dori... suerte con tu proposito!!
    Por suerte pasate esta semana por mi blog... que tengo un regalito vaaaa a ver si te arranco un sonrisilla. Porque lo cangrejos de vez en cuando sonrien no?

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  4. Cuánta razón tienes!!! mis motivos de enfado son los mismos más o menos que los tuyos, básicamente porque pienso sólo en MI y en MIS cosas, MIS problemas, MI felicidad, sólo YO, YO, YO. Si pensara en los demás y tuviera más consideración seguramente no me enfadaría tanto.
    Gracias!

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  5. aunque a veces también es bueno explotar, eh?

    q desahogarse viene bien.
    para luego respirar y comenzar de 0.


    besos y suerte

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  6. Yo suelo optar por la huída, y cuanto más rápido mejor. Tampoco me gusta enfadarme.

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  7. Lourdes:
    Lo que no quiero es que se colme el vaso jeje

    Hoangho:
    Estoy seguro, pero prefiero evitarlo ;S

    Marietta:
    Los cangrejos sonreímos y mucho, pero también nos enfadamos jajajja
    me pasaré como siempre por tu blog.

    Arenita:
    Me has leído la mente, ojiplático me quedo jejeje

    Sofia:
    Lo ideal sería no tener que desahogarse porque no haya acumulación. jijiji

    Dra. Anchoa:
    La huida no es para los cobardes jejeje y es de las mejores estratigias.

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  8. Nunca hubiera dicho que eres de los que se enfadan...miratupordonde.

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  9. Enfadarse es natural y humano, pero como bien dices, algo desagradable, por lo que solo el hecho de ser consciente de esto ya es un gran paso para querer desterrarlo de uno mismo.

    ¡A por esa meta, papacangrejo!
    Y ya nos contarás.

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