domingo, 1 de agosto de 2010

El hombre invisible




Cada cierto tiempo, aparece una noticia en la que se dice que la invisibilidad es algo que pronto dejará de ser un elemento recurrente de la literatura y filmografia fantástica. Normalmente hablan de estudios que se estan realizando en tal o cual universidad, la mayoría desconocidas y americanas. ¿Será que las universidades punteras no dedican recursos a este tema?


En esta ocasión, la encargada de la investigación es la Dra. Elena Semouchkina, profesora de ingeniería eléctrica y computacional de la Universidad Tecnológica de Michigan. Aquí la amiga ha descubierto que utilizando la resonancia magnética se pueden capturar rayos de luz visibles (porque los invisibles no hace falta claro) y redirigirlos alrededor de un objeto, haciendo que este se haga invisible. Es decir, como los objetos podemos verlos gracias a que la luz rebota en ellos, si capturas los rayos de luz e impides que lleguen al objeto, este desaparece, bueno no desaparece, simlemente no lo ves.
Este equipo de científicos ha conseguido hacer desaperecer cilindros metálicos de entre 5 y 8 centímetros de diametro y de entre 8 y 10 centímetros de altura. Las pruebas se hacen en una habitación forrada un un manto de resonadores de vidrio hechos de un cristal anfígeno (material dieléctrico que no conduce la electricidad). Este manto es el que produce la resonancia magnética al hacer oscilar a una determinada frecuencia los cilindros de cristal que la forman, consiguiendo, de este modo, doblar las ondas de luz alrededor del objeto. Aunque en realidad, no han conseguido hacer desaparecer esos cilindros a simple vista, lo han logrado únicamente cuando se está observando el objeto a traves de una cámara de infrarrojos.
















En realidad, no habría que complicarse tanto la vida para estudiar el fenómeno de la invisibilidad, porque contrariamente a los que opina la mayoría, este fenómeno es real y mas habitual de lo que pensamos. Cada día cientos, miles de hombres ansiosos por encontrar el amor son invisibles a los ojos de las mujeres. Si no eres alto, guapo y atlético o en su defecto tienes un monton de pasta te va a ser muy dificil conquistar a una mujer. Puede que no haya que ser tan alto, tan guapo ni tan atlético, pero sino estás dentro de los baremos aceptables para la mayoría de las mujeres lo tienes complicado.
El proceso de detección es prácticamente instantaneo, en cuanto una mujer ve a un hombre, que no cumple los requisitos mínimos, este desaparece. No importa lo que este intente hacer para llamar la atención de esa mujer, es casi imposible que te vuelva a hacer visible, y si lo hace no vas a conseguir n
ada, porque no tardarás en escuchar :”Me gustas, pero como amigo”, por lo que eres visible si, pero no como hombre.
Con los hombres no sucede lo mismo. Es cierto que también tardamos poco en determinar si una mujer es o no de nuestro agrado. Pero los hombres somos menos exigentes y nunca haríamos completamente invisible a una mujer, porque seguro que nos gustan sus pechos.
También se podría estudiar la invisibilidad en otros casos como en el de los amigos de lo ajeno, todos sabemos que existen, pero nunca los vemos venir; en los coches radar de la Guardia Civil, si los vieramos no nos pondrían multas; en ese amigo coñazo, que solo lo ves cuando ya lo tienes encima; en los cuernos, que no se ven p
ero pesan, y bastantes más fenómenos que demuestran que la invisibilidad es algo cotidiano y no tan difícil de conseguir.
Gracias a mi equipo de investigación, unos coleguillas desfaenaos, hemos conseguido averiguar en que momento vio la luz (o no la vio) la Dra. Semouchkina y decidio ponerse a investigar este fenómeno.
"SUPUESTAMENTE" los hechos ocurrieron del siguiente modo:
“En sus primeros años de universidad Elena (la futura Doctora), cansada de no haberse comido un torrao (de los buenos) durante el instituto, en los que los únicos chicos que le hacian caso era como ella, decidió desmelenarse para con
quistar a un chico de su misma universidad con una beca de rugby (futbol americano para ellos). Un día, durante una de sus clases le dijo a su compañera:
Elena: Oye, en esta clase hay pocos chicos, ¿verdad?
Amiga: ¿Tu crees? – sorprendida porque eran casi todo chicos- pero si solo somos 7 chicas.
En ese momento, una pequeña lucecita apareció en la mente de Elena haciendo que se diera cuenta de que algo estaba sucediendo, aunque no sabía que era.
Un tiempo después se organizó una macrofiesta en el pabellón deportivo de la universidad y después de rechazar a unos cuantos acompañantes, sobre todo a Mike que se lo pidió unas cuarenta veces antes de comprender que no queria ir con él, y eso que el chaval era listo, apareció sola con su amiga y su acompañante.
La música a todo volumen, las bebidas adulteradas y las luces de colores parpadeantes. Ella, como quien no quiere la cosa se situa cerca de su objetivo, entre dos altavoces de gran tamaño. Mike que la ve se acerca convencido de que el am
biente aportaría lo que necesitaba para terminar de conquistarla.

Mike: Hola Elena. Estás muy guapa.
Elena: Gracias – mientras pensaba- ya está aquí este pesao, ojala desaparezca antes de que nos vea john (el cachas).
Mientras Mike parloteaba sin cesar, ella se iba poniendo cada vez más nerviosa, más tensa, hasta el punto de empezar a esperimentar una especie de pequeñas y constantes convulsiones (similares a una descarga eléctrica), que unidas al volumen de la música y al magnetismo de los grandes imanes de los altavoces hicieron que los cristales de sus gafas se resquebrajaran impidiendo que viera a Mike que estaba delante
.

Elena: Mike, ¿estás ahí?
Mike: Claro ¿Dónde iba a estar mejor que aquí?
Y ahí fue donde Elena empezó a esbozar el trabajo que más tarde, como doctora, desarrollaría con resonancia magnética, cristales y luz.”
A modo de cotilleo, tengo que decir que John sufrió una lesión grave de rodilla y perdió la beca, por lo que tuvo que dejar la universidad. Hoy es el marido de Elena, quien lo mantiene y lo tiene todo el día en el gimnasio para que siga cachas.
Mike está ingresado en un Psiquiátri
co porque dice que es el hombre invisible.
En fin, que antes de que consigamos algo que nos haga invisibles veremos tanques, aviones y misiles. Bueno, verlos no los veremos.






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