domingo, 23 de octubre de 2011

Vidas perdidas

Nunca he llegado, y creo que nunca lo haré, a comprender como alguien puede llegar a la determinación de terminar con todo. Sé que hay muchas dificultades en la vida, y que las situaciones que nos toca vivir, en ocasiones, pueden parecernos infranqueables, pero también sé que siempre hay una salida, y no es esa. Las dificultades nos abruman, los problemas nos descentran y el miedo a sufrir y no ser capaz de superar ese dolor nos nubla la mente, nos hace tomar decisiones que jamás deberían de ser tomadas.
Hoy (por ayer) hemos ido a cenar con abuelacangreja (mi madre) y después de cenar nos ha contado que esta semana A se había suicidado. Lo encontró su madre, a la que hace dos meses operaron del corazón, al volver a casa por la mañana. Abrió la puerta y se le encontró allí colgado de una barra que había puesto para hacer estiramientos de espalda. La pobre  mujer ha estado a punto de morir también del impacto. Lo que nos ha dejado a todos estupefactos es cuando ha decidido dejarnos. El día que hacía x años, no se cuantos en concreto pero el tendría 3 o 4 años, que su padre se quitó la vida.
Conocía a A desde pequeño, no era mi amigo, y de pequeños no teníamos más relación que la de dos vecinos que coinciden a menudo en las calles y en los juegos. Muchos años después coincidimos en el mismo gimnasio y fue como si dos viejos amigos se hubieran reencontrado. De modo que durante un par de años coincidimos entre clases (el hacía Taekwondo y yo Hapkido), incluso mamacangreja llegó a conocerlo. Para mi siempre fue un chico con suerte, era guapo, siempre lo veía alegre y rodeado de amigos y  estaba en Valencia estudiando teatro. Ahora vivía con su novia pero al parecer estaba en paro. Era una de esas personas que jamás hubiera imaginado que podría llegar a ese extremo, aunque creo que nunca se espera.
Pero lo que sí que está claro es que lo que nuestras percepciones nos muestran es una mera ilusión, nos engañan, haciéndonos creer que las cosas son como las vemos y como queremos creer que son. Por lo que tomamos decisiones equivocadas una y otra vez. Ojalá fuéramos capaces de ver la realidad sin cristales que la distorsionen. Esto va por mi, va por el y va por todos.
La noticia me ha pillado desprevenido, como siempre ocurre, pero a pesar de no ser alguien muy cercano, me ha dolido mucho, más de lo que hubiese esperado. Quizás la distancia no se un buen medidor para determinadas cosas.
Desde aquí solo puedo decir que lo siento, que lo siento de corazón. Lo siento por el, por su madre, por su novia y por todos los que le querían que eran muchos. 
Ojalá pudiera pensar que ha sido la decisión correcta, pero no puedo porque sé que no. Ahora, todos pierden.



7 comentarios:

  1. Qué pena! lo siento mucho. No hay nada que se pueda decir en estos momentos que alivie ese dolor. Sólo que estamos contigo. Un abrazo.

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  2. Es muy triste, estas cosas no deberían pasar nunca.

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  3. Uy, qué pellizco. Jamás he sido capaz de entender que se te pasa por la cabeza para llegar a un momento así.
    Hace unos años la madre de una compañera del cole se suicidó, en el bajo de su casa, sus 4 hijos y su marido estaban arriba... Qué pudo llegar a pensar/sentir no lo sé.
    PEro era muy buena persona y duele ver que se va, porque ha querido irse...

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  4. Todos los que alguna vez hemos sufrido de depresión si entendemos un poco más de que va. La depresión es una enfermedad, que debe ser diagnosticada a tiempo y MEDICADA de lo contrario pues... Por aquí hay unas estadísticas alarmantes, de cada 10, tres sufren depresión, no es poco ¿verdad?
    Lo siento por A y por los suyos.

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  5. Arenita, Pedro, Bolboreta, Patito muchas gracias.

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  6. Lo siento mucho. Esto es muy duro. No lo había leído por tener el ordenador roto. Animos !

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