Esta mañana me ha dado por pensar.
No es que habitualmente no piense. Pero mientras me estaba tomando el desayuno tranquilamente, solo, con la música de Wes Montgomery de fondo, me ha venido un pensamiento a la cabeza.Y es que hoy, me encuentro, salvando las distancias, como hace 15 años cuando empecé con este blog. En aquel momento tampoco tenía trabajo, pero la verdad encargarme de mi hijo que por aquellos días apenas tenía dos años era bastante distracción.
Hoy con cangreteen en primero de bachillerato y las ideas más claras que yo mismo, a cualquier edad, y con congrejito en 4º de primaria, es decir que ya está criado también.
Pero hoy, desayunando, tranquilo, en el comedor de mi casa, como tantos otros días, por un momento he tenido la sensación de estar parado. Como si el resto del mundo siguiera avanzando y yo estuviese allí, quieto, simplemente viéndolo pasar.
Una sensación extraña, como si todo se deslizara a mi alrededor. Todo parecía seguir su curso, mientras yo, por un instante, quedaba suspendido en ese espacio. Ni un pensamiento más allá de ese instante, ni un deseo de moverme. Solo la sensación de estar allí, presente, pero al mismo tiempo desconectado, como un espectador que observa una película sin poder intervenir.
Y, sin embargo, en esa quietud, algo me decía que estaba bien. Como si ese momento de pausa me ofreciera el espacio necesario para decidir hacia donde quiero ir. Como si el mundo, al continuar su curso sin mi intervención, me brindara la oportunidad de respirar profundamente y reconsiderar mi rumbo. Ese espacio me da la tranquilidad de saber que, aunque todo siga su curso, yo puedo tomar un momento para redefinir mi dirección, sin prisa, sin obligación.
Después me ha invadido la incertidumbre. Es como estar en un cruce de caminos sin señales, sin mapa. Así que en ese espacio de duda, he decido escuchar y escucharme. Sin prisa, sin esperar respuestas inmediatas. Permitir que la vida me traiga sus ideas, sus susurros, y pueda ver qué caminos se abren ante mi, sin temor equivocarme.
"Que no sepas lo que está sucediendo ahora mismo, eso es lo más importante. La vida es un proceso continuo de transformaciones. Tienes que confiar en lo que está sucediendo ahora."
Rainer Maria Rilke
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