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De vez en cuando me da por hacer alguna de esas recetas que encuentras por internet.

Esas recetas que te muestran en vídeos muy cortos en los que parece que son fáciles de hacer. Ves el vídeo y piensas "joder, esta chupao, eso lo hago yo y quedo como un rey"

Lo que pasa es que un rey con público republicano tiene poco futuro, y a pesar del esfuerzo que le pongo no consigo el mismo resultado que en el vídeo. La primera vez que hice una de esas recetas (no lo subí al blog, pero si a Instagram) estábamos todos impacientes por probarlo, pero después, caras de circunstancias, nadie quería decirme que aquello era bazofia, claro que cuando lo probé yo no hizo falta.

Esta vez pensé " saldrá perfecto, joder es una pizza enrollada ¿que puede fallar?"

Me puse el vídeo como veinte veces entre las que los vi antes de y durante. Seguí los pasos al pie de la letra y aunque tuve que dejarlo más tiempo del que indicaba la receta, el resultado final estaba bastante bien, entraba por los ojos, era apetitoso.

Pero... el sabor dejaba bastante que desear. Estaba soso y supongo que le faltaba queso, porque cuando lo partía como en el vídeo el queso no se estiraba igual, de hecho no se estiraba nada de nada. 

Seguro que si hago unos ajustes de sal y le añado queso estará mucho mejor, pero no sé si me quedan ganas de repetir, o mejor intentar otra.