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miércoles, 14 de febrero de 2018
Los otros terribles dos
Cuando oímos hablar de los terribles dos, todos penamos rápidamente en las rabietas y pataletas que empiezan a tener los niños sobre esa edad.
Pero para mi, lo realmente terrible de esos dos años no son las pataletas, para mi lo peor, sin duda, son los meses de enfermedades casi continuas que pasan los pequeños.
No es que no sean tremendos los enfados de los pequeños, pero si lo pensamos, sólo son un rato, poco si tienes suerte y sabes o consigues desviar su atención hacia otra cosa. Sé que no siempre es fácil y que esos trucos, que todos tenemos para sacarlos de ese estado, no siempre funcionan. Aún así, no suele durar demasiado tiempo, al menos así ha sido mi experiencia con cangrejito y cangrejín.
Sin embargo, para mi, lo realmente terrible de esos dos años, como ya he dicho, son las enfermedades. Porque eso si que se alarga en el tiempo y te consume poco a poco. Las noches sin dormir y el cansancio diurno hacen que dure días enteros. Eso si tienes suerte y no lo pillas tu, porque entonces hay que sumar tu propia enfermedad a la ecuación lo que la hace peor todavía,
Recuerdo un mes de diciembre cuando cangrejito tenía dos años que caímos enfermos los tres. Y teníamos el comedor y otras habitaciones con sábanas y pijamas tendidos por todas partes después de lavar las vomitonas del pequeño. Porque hay que ver la cantidad que expulsan con esos cuerpos tan pequeños.
Cuando ya parecía que todo aquello no era más que un recuerdo, volvemos a las andadas con cangrejín, afortunadamente algo aprendimos y tenemos otras estrategias para enfrentarnos a estas situaciones, pero siguen siendo igual de duras las noches de dormir, nada o poco y mal, para después pasar el día agotado cuidando del pequeñajo que, de repente, parece que la luz del día le haya devuelto la salud y únicamente para cuando le vuelve a subir la fiebre.
Por eso, cuando oigo "los terribles dos" me estremezco, prefiero las rabietas sin lugar a dudas.
Es verdad, lo peor es cuando se ponen malos, ni las rabietas ni los berrinches! Ánimo!!!
ResponderEliminaral menos lo peor es solo ese año
EliminarSi es que es una edad en que lo pillan todo, los pobres. Les viene bien para las defensas pero a los padres los deja hechos fosfatina. ¡Ánimo! Besotes.
ResponderEliminarVerdad verdadera
EliminarTotalmente, nosotros como rabietas no tuvimos muchas sin duda las enfermedades fueron lo peor.
ResponderEliminarCuánta razón, Rafa. Yo, que he sufrido rabietas y berrinches de dos en dos, las cambio por esas noches de toses y vómitos. Y eso que los míos no han enfermado mucho, no fueron a esa carrusel de virus que es la guardería.
ResponderEliminarPero aún así, es lo peor de la primera infancia.