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lunes, 14 de noviembre de 2016

#ElTemaDeLaSemana 6 cosas que desearía no haber dicho a mis peques


Esta semana el #ETDLS de papasblogueros viene cargado de arrepentimiento, nos pide seis cosas que nos gustaría no haber dicho a nuestros hijos.

Es algo que tengo bastante claro, lo que no creo es que a mí seis se me queda algo corto. Lo que sí que tengo muy claro es que esas seis cosas vienen precedidas de una perdida total de la paciencia y la aparición de un enfado que, la mayoría de las veces, te hace hacer o decir cosas de las que después te tienes que arrepentir.

Las seis cosas que me gustaría no haberle dicho nunca a mi hijo son:
- Cállate!
- No hace falta que me controles tanto!
- Tu no eres nadie para decirme eso!
- Se van a reír de ti!
- Te aguantas!
- A mí  que me dices!

Cada una en su contexto, y cada una con su consiguiente disculpa, pero si pudiera volver atrás no las volvería a decir, porque son cosas que no debería haberle dicho nunca. Espero que no las vuelva a repetir, porque aunque me disculpe, ya están dichas y el daño también.

13 comentarios:

  1. Buf! me dejas sin palabras y con lágrimas en los ojos.
    Cuántas veces me he arrepentido de haber dicho algo! Pero por mucho que me he disculpado la sensación de culpa queda ahí.
    Sólo quedar tirar pa'lante y apechugar, la perfección no existe. Lo bueno es darse cuenta y mejorar. Un abrazo!

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  2. Estoy segura que la mitad de las veces se lo merecieron y la otra mitad ya lo olvidaron (y si no es así, entonces estás a tiempo de disculparte).

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    1. Posiblemente pero no me gusta reaccionar así, como viví yo tantas veces.

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  3. Somos humanos. Es imposible no decir nunca algo de lo que nos arrepintamos. Besotes!!!

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  4. Como te entiendo!! Pero a veces es taaaan difícil!

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    1. Y tanto!! pero luego los miras a los ojos y te das cuenta de que podrías haberlo echo de otra manera, a veces.

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  5. Qué difícil es no hacerlo, pero es cierto: algunas son muy merecidas.

    Antes de irme, gracias por la inspiración

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  6. ¡Cuántas veces nos vuelven locos y cuántas veces nos arrepentimos de lo dicho!
    Pero eso es lo bueno de ser papás y mamás, que por ahora todo se nos perdona. Miedo me da cuando lleguen a la adolescencia.
    Un abrazo.

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