Barbería Jesús (Castellón) |
Nunca he sido mucho de ir a peluquerías, de hecho de pequeño me cortaba el pelo mi madre, y sólo cuando me transforme en adolescente empecé a ir. Corte con estilo, mechas, etc. aunque cuando me dejé el pelo largo, dejé de ir a la peluquería. Después he estado años y años con el pelo rapado. Era lo más cómodo para mí, cada pelo en su sitio, no tenía que secarlo, etc.
Pero hace un año o así, un chico del barrio abrió una barbería justo delante de casa, sólo tengo que cruzar la calle, y decidí ir. Me hizo un corte de esos clásicos que están de moda, y me gusto, y desde entonces cada mes o mes y medio paso por allí. Hemos ido cambiando el estilo, con pequeños cambios, pero creo que el que llevo ahora es el que más me gusta.
Sea como sea, lo que tengo claro es que he descubierto el placer de ir al barbero. Cada vez que voy se pasa conmigo cerca de una hora, entre el corte, la barba, etc. Una hora de relax, 60 minutos de tranquilidad, en los que primero la maquina para raparme al cero los laterales de la cabeza, el corte y de la parte superior, el arreglo de la barba y afeitado y por último, lavado de cabeza y masajito en la cabeza con una pieza que tiene el barbero, me dejan nuevo.
Cuando salgo de allí, me voy renovado, con ganas y fuerzas para afrontar lo que sea que venga.
Soy un cangrejo nuevo.
Que maravilla!!! Lo importante que es encontrar momentos de desconexión y relax. Después el cuerpo lo agradece.
ResponderEliminarEs curioso cómo las cosas de "ultima moda"son simplemente cosas "viejunas" con otro nombre.
Pelo, moda... todo es cíclico. Buen finde :D!!!
Jajajaja. A mí lo único que me mata de la peluquería es el lavabo donde te lavan la cabeza. Me da un dolor de cuello tremendo. Por lo demás, me encanta pasarme por allí y estar un rato relajada. Aparte que mis peluqueros son unos cachondos y me río un montón con ellos. Que vivan las peluquerías!!! Un besote.
ResponderEliminarEs muy curioso, ¿verdad? Yo también (y mira que soy jóven) he tenído una época de ir siempre al barbero. Me encantaba que me cortase el pelo y me retocase la barba mientras escuchaba las conversaciones sorprendetemente masculinas y viriles que tienen lugar tras la butaca en la que te están trabajando. Hace tiempo que no voy, pero no por otra cosa que por el vil metal. Me corto el pelo y la barba yo mismo, y eso que me ahorro.
ResponderEliminarJo que suerte. Para mí la peluquería es tirones, que te quemen con el secador, que acerquen peligrosamente las tijeras a tus ojos... voy a tener que ir a tu barbero. Por una hora de relax dejo que me pele al cero jajaja
ResponderEliminarPor cierto, estás guapisimo en la foto
ResponderEliminarNunca he ido a la peluquería en toda mi vida,
ResponderEliminarni una sola vez.
Siempre me lo han cortado en casa
primero mi abuela y luego mi madre.
Es cierto que alguna vez
me he dejado cortar el pelo
por alguna amiga peluquera
y que tratan de convencerme
de que es uno de esos pequeños placeres
que hacen deliciosa
la vida ordinaria
alguna vez me dejaré llevar.
Cúchilo, qué rebonico el señor Papá Cangrejo... :)
ResponderEliminarDi que sí, disfruta de esos momentos que te dan esa calma y esa tranquilidad.
Besos!!
Los niños se te parecen ...un montón..
ResponderEliminarArenita:
ResponderEliminar¿Me has llamado viejuno?
jajajaja
Mi Alter Ego:
jejeje encima se enteran de todo de todos jajaja
HOLDEN:
Si eso hacia yo antes, mama cangreja me cortaba barba y pelo. Ponía la máquina al 3 me la pasaba por toda la bola jajajaja pero desde hace 1 año más o menos mira jajajaja
Madre Desesperada:
Es cuestión de comunicación, si ve peligrar su integridad física hace lo q ue le dices jajaja
Muchas gracias me he puesto colorao jajaja
ECDC:
De vez en cuando. Pero no es lo mismo ir a un peluquero que aún barbero sobre todo cuando te pone esa toalla hirviendo en la cara para abrir los poros jajaja
Lourdes:
Huy lo que ma dicho jajajaj
Pseudosocióloga:
Sii eso dicen jajaja aunque el peque dicen que se parece más a su madre