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viernes, 22 de mayo de 2015
Conciliando
Siempre digo que lo de la conciliación es una utopía que sólo interesa a los padres y madres que quieren estar en la vida de sus hijos, pero que realmente a las empresas no les interesa, y a los gobiernos tampoco, al menos al tipo de gobierno al que estamos acostumbrados.
Los que somos autónomos podemos, hasta cierto punto, modificar horarios un poco a nuestras necesidades, pero también es cierto que si bien me pongo un horario, a veces no puedo respetarlo sin quedar fuera de plazos, por lo que me toca estar más tiempo.
Lo bueno, es que la mayor parte del trabajo lo hago desde casa y mientras yo trabajo mi familia revolotea a mi alrededor, si es cierto que a veces me distraen, pero también lo es que cuando no está parece que falta algo.
Así que la realidad sería "Concilia como puedas" si trabajas por cuenta ajena lo tienes crudo, si lo haces por cuenta propia lo tienes difícil, pero siempre existen maneras de integrarlo todo.
O eso creo.
Conciliar es misión imposible. me acuerdo la de encaje de bolillos que tenía que hacer cuando trabajaba. Siempre haciendo equilibrios, siempre angustiadas, con esa culpa que te susurra desde lo más hondo que tus hijos te necesitan y no estas... Tremendo
ResponderEliminarMe encanta foto. Cangrebebé parece un angelito <3
La ventaja de estar en casa es ésa: Estar allí.
ResponderEliminarPero es cierto, lo de la conciliación es una mentira como una casa. Lo veo en mis amigas que son madres y trabajan. Lo tienen supercomplicado.
Besos!
P.D: La foto es genial, eh? jejejej
En ese sentido trabajar en casa ayuda mucho pero no todo es un lecho de rosas, claro está. Besotes!!!
ResponderEliminarcon que?? conciliar?? baaah eso es un bulo!!
ResponderEliminarlas empresas no saben nada eso...
Conciqué? Esa palabra te la has inventado, ¿verdad?
ResponderEliminar¡Misión casi imposible!
ResponderEliminarPero, ¡cómo se parece el bebé a su hermanito, ¿no?!
Conciliar? Qué es eso?
ResponderEliminarNi por cuenta ajena y por cuenta propia, hay que hacer malavarismos y pensar en que siempre, absolutamente siempre, podríamos hacerlo peor. Así que somos héroes de la supervivencia compaginando familia, trabajo, casa e imprevistos.