El Remake

Muchas veces nos quejamos de que hoy en día los niños ya no juegan como cuando nosotros eramos pequeños, pero en realidad no es del todo cierto, porque en la puerta del colegio se ven las cosas a las que juegan hoy en día, además de la Play, la Wii, etc
En el último tramo de colegio, todos los niños iban con las peonzas, si bien tienen una gran cantidad de diferencias, el juego en sí es el mismo. Antes eran peonzas o trompos de verdad, de madera y punta de hierro, hoy son de plástico, la mayoría huecas, que, en muchas ocasiones, se desmontan al contacto con el suelo, así que de jugar a impactar las peonzas ni hablar.
Cangrejito no me ha pedido una peonza, ni tan sólo le había oído mencionarlas en ningún contexto, hasta ayer.
Ahora le a dado por querer aprender a hacer pompas con el chicle. Tengo que decir que cangrejito no come ninguna chuchería, no le gustan, alguna vez se come un chupachups, pero casi nunca lo termina y lo tira a mitad, y de comer chicles ni os cuento, porque además en casa nunca tenemos.
Pero el otro día, en un ataque de nostalgia mientras comprábamos, mamacangreja y yo compramos un paquete de chicles que nos recordaban a los Bang Bang ¿los recordáis?

Después de la decepción inicial, ya que no se parecían a los originales, al menos a lo que nosotros recordábamos, y mientras lo comentábamos, yo por pura inercia hice una pompa con el chicle. Cuando lo vio cangrejito nos pidió un chicle insistentemente, le dí uno, le dí las nociones básicas: "no te lo tragues" y comenzó la clase de hacer pompas con el chicle.
La verdad es que es que viéndolo a él no parece nada fácil, aunque es cuestión de práctica, cosa que ahora quiere hacer todos los días, y por lo que veo voy a tener que comprar bastantes chicles.
Ayer, mientras dábamos un paseo con Linda, el iba practicando, a aplanar el chicle, colocarlo entre los dientes, empujar con la lengua e hincharlo.
Como alguno ya habrá imaginado, en uno de esos intentos, el chicle salió disparado a varios metros, y en ese preciso momento se llevó las manos a la cabeza y exclamó: "Por todas las peonzas!!"
Mamacangreja y yo no podíamos dejar de reír. Y él nos miraba extrañado como si estuviéramos locos o algo así.
Así que en definitiva, los juegos de toda la vida vuelven una y otra vez, pero parece que con el tiempo van flojeando, como los remakes de películas clásicas.