Museo de Ciencias Naturales El Carmen

Si eres de Castellón o provincia, seguro que en algún momento has pasado por este museo, ya sea de mayor con tus hijos o, más probablemente, durante los años de colegio.
En nuestro caso, tanto mamacangreja como yo hemos estado en más de una ocasión visitándolo en los años escolares, aunque más mayores que cangrejito.
Lo cierto es que teníamos muchas ganas de ir con el porque, al menos en mi caso tenía buenos recuerdos del museo, sobretodo recordaba los fetos de cerdos con dos cabezas y cosas así. Las mismas que mamacangreja pero ella con un regusto más amargo que el mío. Teníamos pensado no visitar esa sección del museo para que no impresionara demasiado a cangrejito, como la cabeza cortada por la mitad verticalmente (foto).
Como es habitual en nosotros fuimos muy pronto, de hecho eramos los únicos visitantes y pasó más de media hora hasta que empezaron a llega algunas personas más.
El museo estaba tal y como yo lo recordaba, seguramente ha permanecido así desde el año que lo inauguraron en 1965. Empezamos el recorrido como todo el mundo, en la planta baja y hacia la derecha, cangrejito no se soltaba de mi mano, nervioso y expectante. Al llegar a una de los primeros ventanales y absorto en los animales que estaban allí no vio una leona que estaba casi delante de el, y al girar la mirada, el pobre dio un pequeño brinco hacia atrás del susto que se llevó. 
Caminaba despacio, como asustado, con una expresión entre triste y desconcertado ante todos aquellos animales muertos expuestos ante el.
Nosotros nos mirábamos, incapaces de decidir si le estaba gustando o no, y eso que lo conocemos. Estuvo casi todo el rato en silencio, de vez en cuando preguntaba ¿están muertos? ¿como han muerto? ¿los han matado? nosotros intentábamos darle unas respuestas adecuadas, pero ¿cuales eran?. Afortunadamente el rinoceronte estaba roto y un cartel indicaba que era una réplica y que la estaban restaurando, así que decidimo decir que la mayoría eran muñecos, aunque no estoy seguro de que aquello sirviera de algo.


En un momento determinado empezó a sonar una canción y el encargado se acercó para decirnos que había puesto un vídeo sobre el proceso de transformación de gusano a mariposa, y esa era la música del documental.Nos sentamos los tres a verlo en una pequeña habitación en penumbra con una cabeza de ciervo (foto) sobre nuestras cabezas. 
Después pasamos a la biblioteca del museo donde había una pequeña exposición temporal, allí pudimos ver entre otras cosas herramientas prehistóricas, que es lo que cangrejito está viendo en este momento en el cole. A partir de ese momento parece que se animó un poco y estaba más "normal", menos congelado.
Las planta superior fue mucho más rápido ya que solo visitamos un lado en el que había minerales, plantas, mariposas etc, evitando la de los botes con formol.
Mientras cangrejito y yo íbamos al aseo mamacangrejo subió a la tercera para ver si era visible, y cuando salimos nos llamó desde arriba para que subiéramos. Mientras recorriamos las escaleras para buscar a mamacangreja en la última planta, cangrejito iba cogido a mi mano con mucha fuerza, tanta que me dejo las uñas clavadas en la mano. Una vez arriba vimos dinosaurios, pequeños de juguete y recreaciones en miniatura de escenas desde la actualidad, prehistoria y pleistoceno, etc.
Después decidimos irnos, pero cangrejito quiso volver a ver la planta baja, así que volvimos a dar el paseillo.
Una vez fuera le preguntamos si le había gustado el museo, y para nuestra sorpresa respondió que sí, y se le veía contento, aunque en realidad no sé si era por la visita o por la salida.
No es que el museo no este bien, pero digan lo que digan, yo prefiero ir al Bioparc y ver a los animales vivos, bien cuidados a así, muertos y en escabeche.
So os apetece darle play al vídeo y observar las fotos, luego me decís si la música ayuda o no a ver el lugar. Quizás sea solo cosa nuestras por nuestra condición especial de cangrejos.

Después, como eran las once y media decidimos visitar el castillo de Onda, el de las 300 torres. Recibe ese nombre por su gran tamaño, para su época siglo X, ya que decían que tenía tantas torres como días tiene el año, pero os aseguro que no tiene tantas. La verdad es que nos sorprendió, un castillo bonito en proceso de restauración en el que se siguen haciendo excavaciones. Fue un paseo bonito, a pesar de haber aparcado abajo del todo, y luego darnos cuenta de que se puede subir en coche hasta casi la puerta, pero bueno, hicimos un poco de ejercicio, y un poco de hambre.