Más vale pájaro en mano...

Esta vez me he pasado, nunca había estado tanto tiempo sin actualizar este rincón, pero las circunstancias lo requieren. Para mi regreso, no quería dejar pasar por alto, un suceso, del que quizás muchos de vosotros ya estéis al tanto, pero que no puedo dejar a un lado.
Quizás algunos-muchos de vosotros habréis oído hablar de Ripollés un artista de Castellón, os sonará de la famosa escultura que preside nuestro flamante aeropuerto, si, ese, el que no tiene aviones y tiene más personal que muchas empresas de Castellón.
Pues bien este señor cuenta con el beneplácito del equipo de gobierno local, de modo que tenemos esculturas suyas en plazas, rotondas, esquinas y algún que otro portal. Hace un tiempo, este artista creo una gigantesca escultura en honor a las víctimas del terrorismo que se colocó en una de las rotondas de acceso a la ciudad. Una escultura "preciosa" que podía resistir vientos de hasta 140km/h, es decir, que eso en esta zona no lo tumbaban.
Esta semana pasada ha hecho algo de viento por esta zona, pero nada exagerado, como mucho habremos llegado a 70 u 80 km/h, pero, sorprendentemente...

La mayoría de la gente, coincidimos en que es mejor que se quede así, quizás por las ganas que tenemos de proyectar sobre ella el principio del fin, el declive de esta sociedad castellonense oxidada y caciquista que nos tiene hundidos y hartos del amiguismo, la corrupción y la desfachatez que dirige esta provincia, y España entera.
En fin, el ingeniero que hizo el estudio, y que seguramente sería el amigo, el primo o el hermano de algún cargo, se llevaría la pasta por nada y ahora se ha quedado con los pantalones bajados, aunque no sabemos quien era, ni lo sabremos.
A la postre, el artista, ha dicho que la escultura le ha hablado y le ha dicho que quiere quedarse así, que así está mejor y cobra todo su significado. Si queréis saber más sobre esa conversación de horas entre creador y creación buscar en San Google que seguro que hay algo. De todas formas, en una segunda charla la escultura le ha llamado mamarracho, y a eso ... la verdad, no tengo nada que objetar.