PERO PAPI...

El otro día, mientras esperábamos que Mamacangreja volviera de trabajar, se me ocurrió que quizás era un buen momento para enseñarle a Cangrejito como se miran las horas. Porque de un tiempo a esta parte me había dado cuenta de que solo mira el último número del reloj, por lo que para el el tiempo pasa considerablemente deprisa.
La cosa transcurrió más o menos así:
Yo: Cangrejito, ¿quieres que papa te enseñe a leer las horas?
El: Siiiiiiiiiiiiiii.
Yo: Vale, cuando queremos ver la hora en el reloj (reloj digital del comedor) tenemos que mirar este número de aquí, no estos dos del final, porque esos nos dicen los minutos.
Mientras Cangrejito me miraba extrañado yo continué.
Entonces, para ver que hora es ahora miramos este número y ¿dice que son? -mientras señalaba el número-.
El: El cinCo
Yo: Muy bien ves que fácil. Después miramos estos dos que nos dicen los minutos.
El: Pero papi...
Yo: ¿si?
El: -a la vez que levantaba las manos a la altura de los hombros con las palmas hacia arriba- pero después del cinCo va el seis.
Yo: Claro, entonces...
El: y después de seis, va el sete, y después del sete va el ocho, y después del ocho va el nou y después del nou el treinta.
Yo: Claro. Ves, mira estos pequeñitos de aquí son los segundos, empiezan en el cero y cuando llega a 60, vuelve a empezar y este número de la izquierda cambia. Mira ves (57,58,59..) ves, ahora se ha puesto el 6...
El: Pero papi...
Yo: ¿Si?
El: es que después de seis, va el sete, y después del sete va el ocho, y después del ocho va el nou y después del nou el treinta.
Yo: Si, es verdad. Mira, el día tiene veinticuatro horas, cada hora tiene sesenta minutos y cada minuto tiene sesenta segundos. Cada vez que uno de estos números completa su vuelta empieza otra y el número de su izquierda cambia.
El: Siiiiiii, mira ahora hay un 8!!!
Yo: Claro y cuando acabe volverá a empezar desde el uno.
El: Pero papi...
Yo: ¿si?
El: -con los brazos en alto de nuevo y con un poco un tono distinto, como intentando explicarme algo que yo no entendía- Pero después del uno, viene el dos, después del dos viene el tres, después del tres viene el cuatre, y después del cuatre el sinCo, y después del sinCo el seis, y después del seis el sete, y después del sete el ocho, y después del ocho el nou, y después del nou el trenta.
Yo: Claro, pero por eso luego aquí pondrá un seis, luego...
El: Pero papi...
Yo: Buho hijo, dije buho!!
El: ¿Buhooooo?
Yo: ¿a que quieres que juguemos?
El: A que Pitusina y Pituseto ... ¡miraaaaa ahora hay un tres!!!!


El resto del tiempo hasta que llegó mamacangreja se lo pasó gritando el número que aparecía, el segundo de los minutos.