Cangreprimos

En algunos aspectos me considero una persona afortunada porque poseo gran cantidad de recuerdos, buenísimos recuerdos, infantiles con mis primos. Con los del norte, con los de Cataluña y con los del sur. Con los que era mucho mayores que yo, pues no tanto, pero con los que rondaban mi quinta si. De pequeño, casi todos los veranos íbamos a Andalucía, la tierra de mis padres, donde pasaba días y días de juegos. Otras veces con visitas a los de LLeida y otras, aunque muchas menos a Vitoria, pero muchas veces nos encontrábamos en el sur, punto de encuentro de nuestros padres.
Después, al hacernos mayores esos días de diversión se fueron perdiendo hasta no ser más que meros recuerdos. Quizás una boda, un bautizo, pero poco más.
Y es que al hacerte mayor las distancias se hacen más largas, quizás por las obligaciones, quizás por la pereza, quizás porque nos enfrascamos en nuestra vida diaria y dejamos en stand by muchas cosas, que a lo mejor no deberíamos. Cangrejito solo tiene dos primos aquí, pero son mucho más mayores y dentro de poco perderán ese lazo invisible de complicidad que todavía les une. 
Pero me gustaría que conozca a los hijos de mis primos, que tenga la oportunidad de fabricar sus propios recuerdos con ellos y saltar de emoción cuando le digamos "que vamos a tal sitio a ver a los primos".
En fin, todo esto viene porque algunos de nosotros estamos "contactados" a través de Facebook, van apareciendo poco a poco, pero cada vez somos más. Esta semana he "encontrado" a uno de mis primos de Lleida y con la tontería ha surgido la posibilidad de intentar hacer una "quedada", una convención de cangreprimos. Estoy contento, más aún, estoy emocionado, me recorre por dentro la misma sensación que cuando de pequeño me decían que nos íbamos a Andalucía. Ojalá salga adelante y podamos encontrarnos todos.
To be continued...