Durante el fin de semana, la cuestión es preocuparse, decíamos “ya verás el lunes, después de dos días con nosotros no querrá volver y llorará”. En efecto, entro como los otros días, pero una vez dentro se puso a llorar, pero no penséis que era porque no quería separarse de sus papas, no, el muy malandrín lloraba porque no le dejaban irse al patio a jugar con los juguetes.
A los primeros llantos decidimos irnos, cuanto más rápido mejor. Pero como mamacangreja se quedó preocupada nos fuimos a la parte de atrás a mirar entre los arbustos. Todavía lloraba un poco, pero se le pasó enseguida, iba de la mano de la nueva profesora (el chico no ha podido superarlo y lo ha dejado). Así que nos hemos ido, con mamacangreja más tranquila.
Cuando hemos ido a recogerlo, buscando aparcamiento hemos pasado por la parte de atrás, y los arbustos estaban llenos de padres cotilleando. Somos la leche. Al llegar a la puerta, la mama de la única niña nos dice:
Mamaniña: ¿Habéis ido a mirar desde los arbustos?
Nosotros: No, acabamos de llegar.
Mamaniña: No hay ninguno llorando, están todos jugando y saltando.
Mamacangreja: Que bien. Cuanto me alegro.
Mamaniña: Además, ya los tienen comidos porque en las mesas no se ve nada.
Mamacangreja: Que bien. Veremos si han comido hoy, porque el viernes, cangrejito, al llegar a casa se puso a pedir comida, y después merendó un montón.
Mamaniña: La mía también, creo que no comieron mucho el viernes.
“Coño que eran lentejas, yo tampoco habría comido”
De pronto, una abuela abre la puerta y entra aunque no eran las 13h, pero detrás de ella nos colamos todos los presentes (Me recordaba a la inauguración de PRIMARK en Castellón, pero ese es otro tema).Cuando llegamos al aula, nos encontramos a los niños jugando, la mesa recogida, nada de restos de comida ni por la mesa ni por el suelo, no estaba el carrito de la comida. Nada que ver con los dos días anteriores. Cuando conseguimos hablar con la nueva profe nos dice que estaban cantando la canción de “los ojotos, la boquita…”, algo así, mientras cangrejito señalaba el reproductor de cd’s e intentaba ponerlo en marcha (es superior a sus fuerzas, cuando ve un aparato con botones se vuelva loquito. De hecho, sus primeros pasos fueron hacia el ordenados, y además apretó el botón de encendido).
Después, nos comenta que se ha portado muy bien y que se lo ha comido todo (1º crema de calabacín y 2º albóndigas jardinera) y que ha jugado mucho. Me lo creo, porque luego en casa le hemos ofrecido comida y no ha querido absolutamente nada, ni galletas. ¿Cómo lo conseguirán?
Así que al parecer, Cangrejito está contento yendo a la guardería, de hecho, sigue sin querer irse cuando vamos a buscarle. De camino a casa, parados en un atasco, papacangrejo y mamacangreja han querido ser participes de su nueva etapa:
Papas: Cangrejito, ¿Cómo es la canción?, “los ojitos, la boquita…” (improvisando porque no la hemos oído nunca), cangrejito nos ha mirado a los dos y después se ha puesto a mirar por la ventanilla. Hemos recibido el mensaje y no hemos vuelto a insistir con la canción.
Caray con Cangrejito, a ver si teneis el Bill Gates español!
ResponderEliminarARENITA:
ResponderEliminarOjala, aunque me conformaría con cualquier trabajo "legal" que le haga rico y me jubile antes de los 70 años.