Hoy me he levantado con ganas de escucharlos.
Prácticamente cada día, tengo que recordarle a cangrejito que tiene que poner la mesa antes de comer y de cenar.
El otro día fui con cangrejito a una librería porque quería comprarse un libro. Al final, salimos de allí con cinco libros.
Parece que fue ayer, y no miento, cuando nació cangrejín completando nuestras vidas, a pesar de las dificultades.
Tengo claro que esto no es nada en comparación con lo que ha caído en el interior de Castellón y en Madrid y toda la zona centro.
Ha comenzado un nuevo año, y como, casi todos, casi siempre, me propongo una serie de metas para este año que ahora estrenamos.