lunes, 9 de julio de 2018

#WeekPic 52


Esta semana la imagen la tenía clara, el domingo fue el día de la liberación.

Después de cuatro días con el brazo vendado por fin llegó el momento de liberarlo y poder hacer vida normal, sobre todo poder volver a meterse a la piscina.

De hecho, creo que eso ha sido lo único malo para él de llevar vendado el brazo y el cabestrillo que lo acompañaba. Menos mal que no se rompió nada. Y es que al parecer las escoletas de verano también tienen su parte de peligro.

El martes, mientras realizaban una de las actividades diarias cangrejito se fue el suelo, por suerte sólo ha sido una contusión, pero cuando lo llevé al hospital decidieron inmovilizarlo unos días.


8 comentarios:

  1. Me alegro de que haya quedado en nada.Que pesados con la piscina.Mi hija ha estado diez días con fiebre y salvo uno toooodos los demás días ha preguntado veintisiete veces ¿y porqué no me puedo bañar?¿y porqué no puedo tomar helado?.Así que cuatro días no han sido nada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que no, si se lo llega a romper no se si habríamos aguantado ni él ni yo jajaja

      Eliminar
  2. Vaya, pobre... Menos mal que han sido poquitos días que, si no, le chafan el verano. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Menos mal que han sido pocos días. Si no menuda tortura para él y para vosotros!!!

    ResponderEliminar
  4. Me alegro que ya hagya pasado, pero por si acaso, ¡apunta!... https://mirandatrauma.com/yesos-waterproof-espana/

    ResponderEliminar

Pinzadas