miércoles, 16 de abril de 2014

El Pianista

Hace poco os conté que cangrejito había ido a una clase de piano con la iniciativa de  madresfera y Chocolates kinder, y a raíz de esa entrada, mi amigo Cantona, me pidió, bueno, en realidad creo que me exigió una explicación del motivo por el que me había imaginado al profesor de piano de la siguiente manera:

"esperaba un hombre, delgado, casi consumido
 y con un fuerte olor a tabaco"

No sé si es que Cantona es pianista o profesor de piano, o es que simplemente le puede la curiosidad, pero sea por el motivo que sea voy a intentar darle mi explicación.
En realidad, es muy sencilla, yo soy de una generación especial, mi generación somos de los que todavía nos criamos en la calle, pero también fuimos de los primeros en crecer influenciados por la televisión. Quizás nunca os lo hayáis planteado, pero esa generación somos como el eslabón perdido entre los que crecieron callejeando y los han crecido zapeando.
¿Qué tiene esto que ver? pues en realidad creo que todo. Porque las películas, los programas han dejado, al meno en mí, unas imágenes genéricas, sobre determinadas cosas, que hacen que ajustemos la realidad a lo que nos ha enseñado la televisión, y esta es una de ellas.
Cuando teníamos que ir a la clase de piano, tuve dos visiones distintas, una la del viejo pianista, casi consumido por la música y el alcohol que pasa las horas, los días, su vida frente a un piano en cualquier bar, a cambio de unas míseras propinas y algo para remojar su garganta.
Al otro lado, una mujer cincuentona, con gafas de pasta, con aire y estilo victoriano, estirada, estricta y sin humor, sin amor, sin ...
En fin, que ante estas perspectivas, es normal que me alegrara de que la profesora fuera una jovencita encantadora con un don especial para los niños.
No sé si a Cantona le servirá esta explicación, pero es la única que tengo, así que espero que sea suficiente.

5 comentarios:

  1. Gracias por esta extensa aclaración. Con menos también me conformaba.
    Ahora soy yo quien te aclaro que no toco el piano ni ninguna otra clase de instrumento, ni mucho menos soy profesor de piano; en cambio mi insaciable curiosidad algunas veces me ha puesto en situaciones comprometidas.
    Por cierto también pertenezco a esta generación que tu llamas del eslabón perdido y lo malo es que todavía no me he encontrado.

    Salutacions.

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  2. Pues mira a mí me ha hecho recordar esa canción, es tan triste la noche que su canción sabe a derrota... en fin y todo lo que sigue.
    Y confieso que yo tampoco me he encontrado, todavía...

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  3. El eslabón perdido, eh!, jajaja, mira que me ha echo gracia!
    Bicos.

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  4. Oye, pues somos ya unos pocos en esa generación "perdida", eh?
    Y es que a mí me pasa igual: Asocio gentes y cosas por las cosas que ya conozco de la tele. jajajaajajajaaj

    Besos!!

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  5. Cantona:
    jajajaja bienvenido al grupo jajaja

    Arenita:
    Mare como estamos jajajaja

    Ohma:
    Perdido y sin solución jajaja

    Lourdes:
    Pero es divertido a que sí? jajaja

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