martes, 28 de enero de 2014

Mochilas y bastones


Últimamente he leído por varios sitios sobre los abuelos de hoy en día, los "súper abuelos", y antes que nada quiero decir que yo soy el primero que tiene que agradecer a los abuelos los esfuerzos que han hecho cuidando de cangrejito cuando nosotros no hemos podido estar con él. Soy el primero en reconocer que es gracias a ellos que muchas familias están tirando para delante.
Sabéis que normalmente cuando vamos al colegio a por los niños/as solemos ir con un poco de prisa, unos porque han dejado el coche en doble fila y se lía parda en un momento, otros porque tienen que llevarlos a actividades extra escolares y otros, simplemente contagiados por el ritmo acelerado de los demás y no querer ser arrollados en el patio del colegio. 
Pues llevo unos días encontrándome una situación peculiar. Gracias a que algunos abuelos, pero güelos, güelos que tienen tiempo de sobra, llegan a la puerta de salida del colegio, por lo menos, a las 16:30, y se ponen en fila todo lo ancho del acceso.Los escasos huecos que quedan entre ellos, están bloqueados por una telaraña de bastones.
Cuando llega la hora de abrir, embebidos por el nerviosismo de la gente cuando ven que el bedel se acerca para abrir, ellos nerviosos (eso lo digo yo, porque en realidad no creo yo...) se giran hacia la puerta, y a escasos centímetros del frío metal esperan a que se abran las compuertas, como en la parrilla de salida en una carrera de caballos. Solo que aquí, cuando se abre la puerta, no pasa nada, o al menos es lo que parece durante unos cuantos segundos que a mí se me antojan eternos.
Pero poco después, empiezan su leeeentooooo caaaamiiiiinaaarrrr, y la gente se agolpa detrás de ellos, algunos resoplan, otros intentan colarse entre ellos, pero es imposible, porque cuando uno se decanta hacia un lado y parece que se abre un hueco, otro pierde un poco el equilibrio por la inclinación del suelo y lo cierra. 
Y así durante unos pocos metros, en los que alguno de ellos se para y se queda junto a la pared del vestuario, o el comedor, a esperar que salga el nieto, u otro con bastón de aluminio (suposición) más ligero se adelanta al resto, permitiendo que se cuele entre ellos una estampida de gente desesperada, como el cava cuando descorchas la botella después de agitarla.
Debe ser algo así como en los buffets de los viajes del Imserso, una lucha encarnizada por los mejores puestos. Pero lo cuento, por que me choca que ese mismo comportamiento es el que tienen los niños por la mañana, solo que estos últimos salen disparados en cuanto la puerta se mueve y deja una mínima rendija. Cualquier día, se atascará la puerta y los niños se amontonarán unos encima de otros, al más puro estilo zombie en Guerra Mundial Z.
En fin, creo que lo único que cambiamos en nuestra vida a medida que nos hacemos mayores es... la velocidad, para muestra un botón.

7 comentarios:

  1. Si es que no cambiamos... iremos con tacones o corbatas, pero en realidad es como si fuéramos niños en el patio de un colegio.

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  2. Jajaja... Me ha encantado eso de que se abra la puerta y durante unos segundos no pase nada... :D

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  3. jajaja simpática escena.
    Y no hay duda que volvemos al principio.
    Los abuelos hacen todo lo que pueden. Ayudan cuando ya necesitan ser ayudados.
    Un abrazo.

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  4. Eso que cuentas es juuusto lo que pasa en mi cole jajaja. Yo no me atrevo a adekantarles porque si les doy el más mínimo toque me entran los siete males por si se caen al suelo. Los hay increíblemente mayores y allí los tienes, esperando a su nieto de tres o cuatro años llueva, nieve o haga sol. ¡Dignos de admiración!

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  5. Jajaja. Si es que la ansiedad nos puede, aunque sea a diferentes ritmos... No obstante, ole por esos abuelos!!! Un besote.

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  6. Leeeeeeeeeentoooooo caaaaaamiiiiiinaaaaarrr...

    Eso me ha llegado al alma.
    jajajaajajaja

    Besos!!

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  7. Arenita:
    Cierto, pero ojalá los cuerpos no se estropearan jajaja

    Ther:
    Solo se mueven los mechones de pelo con la brisa jajaja

    Ohma:
    Seguimos necesitándoles jejeje

    Madre Desesperada:
    Y tanto, son de una generación especial jeje

    Mi Alter Ego:
    Oleeee!!!

    Lourdes:
    jajajaja y aun lo he hecho corto jajaja

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