jueves, 9 de septiembre de 2010

Oceanográfico de Valencia

El martes, decidimos ir a pasar el día a Valencia y visitar el oceanográfico. La verdad, es que fue una decisión tardía, a las 10 de mañana, pero nos dimos prisa y las 10:50 entrabamos en el tren, justo antes de que se cerraran las puertas.
Al llegar nos dimos un paseo por la plaza del ayuntamiento y alrededores, haciendo un poco de tiempo, pues decidimos comer a las 13:30 hora cangrejito y visitar el oceanográfico después de comer. Cogimos el autobús (el 35 por si a alguien le interesa) y nos fuimos al centro comercial el Saler.
No sabíamos si ir a un bufet o a una pizzería, los que tenéis hijos pequeños sabéis a lo que me refiero, para que cangrejito comiera. Dudamos entre una pizzería y un buffet, al final optamos por el bufet, por aquello de que hay mucha variedad y eso.
Primer intento, un plato de paella, dos cucharadas y boca cerrada, que no entran moscas, ni comida ni nada de nada. Segundo intento, queso, parece que se lo come bien. Al segundo trozo abre la boca y lo deja caer. Tercero, longanizas, ni probarlas. Conseguimos que se comiera unos trozos de pepino. De repente, ve el pan y empieza a darle bocados, así que comió un panecillo y unas 10 uvas. Bueno, otras veces ha comido menos. Voy a pagar y me cobran 4,50€ por el crio. Y me cago en la puta, porque tiene dos años y medio y se ha comido un panecillo y unas uvas, pero paso de mosquearme, así que suelto la pasta y nos largamos.
Nos vamos al oceanográfico, 47,80€ los dos, al menos el crio no paga. No hicimos cola para entrar, normal, estaban todos en el bufet.
Ya habíamos estado en el oceanográfico (perdón l’oceanogràfic) de Barcelona y nos gusto mucho, pero tengo que reconocer que el de Valencia es impresionante, es más como un pequeño parque temático de los océanos. Vas alternando los paseos por los acuarios con paseos por el exterior entre unas zonas y otras. No parece que estés en la ciudad. Todos los detalles cuidados, el personal muy amable, atendiéndote en el idioma que les hablaras, limpio.
No puedo decir mucho más porque es algo para ver. Si tenéis la oportunidad de visitarlo, no lo dudéis no os decepcionará.
Lo que más me sorprendió, las morsas, pedazo de bicho, son enormes, y las medusas, parece una tontería, pero me parecieron alucinantes.
A las 17:43 llegabamos a la estación de trenes, y el siguiente salía a 17:50, así que decidimos coger el de las 18.15 y poder comprar algo para merendar, porque seguro que cangrejito tendría hambre cuando se despertara (se durmió en el bus camino de la estación). Compramos la merienda y vemos que son las 17:47. Nos miramos y digo ¿lo intentamos?.
Acto seguido empezamos a correr como posesos por la estación. La gente que hacia cola en los trenes de largo recorrido se iba apartando al verme llegar corriendo con el carrito, menos mal, porque con lo que resbalaba e suelo no habría podido frenar. Entramos al tren y los 30 segundos, pip pip pip se cierran las puertas. No ha estado mal, todo ha ido sobre ruedas. La verdad, es que a veces cuando no las planificas las cosas salen mejor.

2 comentarios:

  1. Nosotros estuvimos en agosto..durante las vacaciones y no nos salió también. Lo decidimos derepente, estábamos en una casa en la playa a 80 km de Valencia. Llegamos y había una cola increible....y un calor infernal..¿ a nadie se le ha ocurrido poner algo de sombra en la zona de taquillas??

    Eso si, coincido contigo..las medusas son alucinantes.

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  2. Molinos:
    Cuando fuimos nosotros había toldos en las taquillas, me fije porque hacía un poco de viento y el toldo hacía ruido. De todas formas, igual era para vender más bebidas, capaces son.

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