sábado, 28 de agosto de 2010

QUEBRANTA REDES

En mi familia nunca hemos sido muy manitas. Por lo que yo recuerdo las únicas herramientas que teníamos en casa eran un par de destornilladores de diferentes tamaños, una llave inglesa oxidada y unos alicates, metidos en una caja mugrosa de madera. Tampoco tengo en mi memoria momento alguno en el que mi padre o mi madre, trataran de hacer alguna chapuza doméstica.

Sí que recuerdo que cuando se rompía algo o había que arreglar algo mi padre siempre decía: “llama a fulanito”. Por lo que las herramientas aquellas no eran más que un recurso, una herramienta psicológica, que les hiciera pensar que estaban preparados para realizar alguna operación de emergencia. 

Habiendo crecido en un hogar así, no es de extrañar que en mi casa tampoco haya habido herramientas hasta hace unos 4 años, y como no la culpa es de IKEA. Soy un adicto a IKEA, menos mal que no lo tenemos cerca. Tenemos algunos muebles de allí y hay que montarlos, de modo que en una de las veces que fuimos compramos una pequeña caja de herramientas (un martillo, unos alicates y un destornillador con el extremo hueco en el que pones la punta que necesitas).Vamos, como en casa de mis padres pero más chulas, que son de IKEA.

De modo, que mi experiencia como manitas se limita al montaje de algún mueble de la susodicha cadena, a la colocación de las lámparas del pasillo (también de IKEA), con las que no tuve problemas porque use los mismos enganches que tenían las anteriores y conté con la inestimable ayuda de mi mujer. Ella es más metódica, lo planifica todo, se lee las instrucciones de montaje, etc. Yo soy más como un toro, me ponen la tarea delante y me tiro de cabeza sin importar las consecuencias.

Ayer viernes 27 de agosto, mientras paseábamos con cangrejito pensamos que estaría bien poder llevar el cable de red a la habitación y así poder conectarme desde allí por las noches. Como el cable de Z (suministrador de internet) entra por nuestra habitación y pasa al comedor por un agujero, tuve la brillante idea de aprovecharlo para pasar el cable de red. La idea era buena, pero la planificación fue nefasta. 

Cuando llegamos a casa cogí las herramientas (destornillador con la punta más gorda y martillo) y me dispuse a hacer mi primera reforma en casa, pequeña pero reforma. Bueno, pequeña era como tenía que ser, ahora arreglar el resultado de mi osadía es otro cantar.
Yo: Ves a la habitación y dime si salta la pintura. –introduzco el destornillador y empiezo a dar martillazos. PIM, PAM, PIN, PAM- ¿ves algo?.
Ella: No
Continuo dándole martillazos al destornillador.
Ella: Para, para.
Voy a la habitación.
Yo: ¿Qué pasa?.
Ella: Mira es que parece que la pintura salte por otro sitio, en lugar de por donde pasa el cable.
Yo: No puede ser. Lo observo y gracias a mi instinto y experiencia en estas lindes – No sé. Debe ser que al moverse el cable tira de la pintura. Voy a darle un poco más.
Ella: Ves con cuidado. Oye ¿no has puesto ninguna punta en el destornillador?
Yo: Sí claro, la más gorda. – Ella tenía razón, no estaba puesta, se me había quedado dentro del agujero. – no pasa nada, le daré con otra cosa.
Cojo una de esas llaves de montaje en L bastante gorda, la meto en el agujero y PIM, PIM, PIM, PAM.
Ella: Para, para que te cargas la pared.
Yo: Joder!, ¿he sido yo?. Mira la punta del destornillador.
Recuperé la punta perdida, pero salté la pintura, un poco del lucido de la pared y rompí un trozo de ladrillo. Pero bueno, si conseguimos nuestro objetivo esto es lo de menos. Así que me vuelvo al comedor para intentar pasar el cable de red.

Yo: Mierda.
Ella: ¿Qué pasa?
Yo: Que el cable no pasa, bueno el cable si, lo que no pasa es la clavija. Bueno no pasa nada. Si desenchufamos el de Z (suministrador de internet), lo pasamos a este lado, paso el de red y luego lo volvemos a conectar no hay problema.
Ella: No hagas nada más, déjalo así, que creo que ya no importa. Ven.
Yo: Joder. Vaya cagada. 
 En efecto, ya daba igual. Había partido el cable de fibra óptica. No del todo, pero lo suficiente para no tener señal, y además viernes 27 de agosto a las 19:30 horas. Eso son, al menos, 2 o 3 días sin conexión.
Llamo al servicio de atención al cliente y un mensaje grabado me dice que hay una avería general en la zona que afecta al suministro de internet.
Ella: ¿Crees que es culpa nuestra?
Yo: No, este cable es solo para casa.
Ella: ¿Seguro?, vuelve a llamar.
Llamo de nuevo para asegurarme así que esperaré a que me atienda una persona.
X: Buenas tardes, le atiende X en que puedo ayudarle.
Yo: Verás, es que estábamos haciendo un pequeño arreglo y …… y me gustaría que me confirmaras si no tengo conexión por una avería general o por mi cable.
X: Un momento señor, que hago unas comprobaciones.
Dos minutos después.
X: disculpe Sr. Cangrejo le puedo confirmar que en su zona se están realizando unas obras de mejora pero que no deben afectar a su señal.
Yo: Osea que es mi cable.
X: Nuestros operarios no han interrumpido el servicio Sr. Tome nota del número de incidencia y pasamos nota a nuestro servicio técnico. ¿Puedo ayudarle en algo más?
Yo: No, gracias.
Ya estaba claro, nos quedábamos sin internet, mínimo hasta el lunes, pero siendo agosto y España, puede que sea más tiempo. Menos mal que el miércoles ya es uno de septiembre y que mi mujer ya había terminado y enviado la faena que tenía pendiente.
Así que después de acostar al pequecangrejo me voy a la habitación con el ordenador, al menos, tenía tiempo para escribir sobre los hechos, y algún día subirlo al blog. De pronto veo que hay señales disponibles, ya lo había intentado en otras ocasiones y siempre pide contraseña, pero…
Aparecían diez redes, intenté cinco y nada, pero a la sexta, ¡sorpresa!, no estaba protegida y pude conectarme. Ahora tenía conexión, un agujero en la pared y mi cable de fibra óptica partido.
¡QUE TRISTE!

martes, 24 de agosto de 2010

2010. LA ODISEA DE IR DESPACIO.

Ayer por la mañana, después de volver de entrenar, y tras haber descansado tirado en el sofá durante más de una hora, cabezadita incluida. Me fui a levantar para hacer la comida pero, ¡oh sorpresa!, mi cuerpo no respondía a la velocidad que esperaba, de hecho, lo único que si que iba al ritmo adecuado era el dolor. Entre las lumbares resentidas por un colchón que pide la jubilación a gritos, las horas que me hace pasar cangrejito encorvado junto a su cama y las consecuencias directas del ejercicio, estaba para que me llevasen, o en su defecto que me arrastrasen.
Esta situación me hizo recordar el movimiento “Slow planet”, quienes dicen: Lento no se trata de hacer todo al mismo ritmo que una tortuga, sino de trabajar, jugar y vivir mejor haciendo todo a la velocidad correcta. Y pensé que quizás, y dadas las circunstancias, ayer podría ser mi día Slow planet. Decidí pasar el día tomándome las cosas, con calma, darle a cada cosa su tiempo, sin prisas, sin agobios. No parecía difícil, sobre todo al no trabajar y no tener que responder ante un jefe.
Mientras me vestía para salir a comprar un par de cosas, me acordé del día que nos abordó por la calle una chica que nos quería vender unas camisetas de “Slow planet”. Estábamos en la calle conversando mi mujer, un amigo y yo, y se dirigió hacia nosotros una chica con paso ligero:
- Chica: Hola buenas tardes.
- Todos: Buenas tardes.
- Chica: ¿Conocéis el movimiento Slow Planet?
- Todos: Sí.
- Chica: Queos parece, aques una buena idea. ¿Queréis colaborar con el movimiento comprandounas camisetas? (Las palabras juntas no son una errata, es que la chica hablaba deprisa y se le juntaban las palabras en la boca antes de salir).
- Todos: No, gracias. (No es que no nos pareciera bien el tema, pero nos resultaba muy extraño que fueran vendiendo camisetas por la calle. Además de que no compro nada en circunstancias como esa).
- Chica: Venga, comprarmeuna. Questamos recogiendo fondos para el movimiento.
(Para mis adentros yo pensaba “si para el movimiento, pero el tuyo, esta es una lista, seguro. Que me perdone si de verdad representaba a ese colectivo).
- Yo: No, gracias. (En un tono más firme)
La chica se despidió y continuó su camino. Cuando se fue nos dijimos lo raro que era el asunto, y que para ser del Slow Planet iba un poquito acelerada, aunque quien sabe, a lo mejor, para ella ese ritmo era lento.
Una vez en la calle, voy a cruzar, por donde no debo por supuesto. Nadie por la izquierda, uno a lo lejos por la derecha, pero me da tiempo aún estando en modo slow. Voy caminando mientras veo como el coche se acerca cada vez más, el muy hijo de puta a acelerado, pues por mis huevos que no corro. En efecto, por mis huevos que no corrí, pero me tocó dar un par de saltos que ni Dwigt Phillips (actual campeón del mundo de salto de longitud, por si no lo conocíais). Mientras el coche pasa sin disminuir la velocidad escucho : “Capulloooo”.
De camino al supermercado, y en dirección contraria, se acerca hacia mi un señor con un montón de bolsas en cada mano, ocupando prácticamente toda la acera y bastante deprisa, se notaba que la compra le pesaba. Por detrás de mi oigo unos tacones caminando también deprisa. Así que como voy en modo relajado, decido hacerme a un lado y me pongo entre los coches. La señora que venía detrás de mí se ve obligada a detenerse para que pudieran pasar los dos sin chocar. Al pasar, la mujer con cara de mala leche hace un sonido de desaprobación, algo así como “chsssss”. Se ve que ese segundo que ha perdido era de vital importancia.
Una vez en la cola del supermercado, la que va delante de mi tiene un problema. Ha comprado una colonia y la cajera no sabe cerrar la caja de regalo. Un intento, dos, tres y al cuarto decide llamar a una compañera. Cualquier otro día me habría acordado del Sr. Murphy y me habría impacientado un poco, pero ayer no, estaba en modo despreocupado. No como el que iba detrás de mí. Que al ver que reclamaba la ayuda de otra y ver la cola que había en las otras cajas exclamo en voz baja, “me cago en la puta”. Se le notaba a la legua que estaba enfadado, además cada respiración era un bufido de toro.
Me toca, 1,76€ me dice la cajera. Y yo sin ninguna mala intención, solo para quitarme monedas de encima, saco las monedas y empiezo a contar intentando darle a la cajera la mayor cantidad de cambio. Mientras cuento, el toro de lidia que había detrás de mi dice, de nuevo en voz baja pero audible, “joodeer”. Yo lo ignoro y sigo a lo mío, porque si le digo algo igual me pega una leche.
De regreso a casa, decido ir por la otra calle y así cruzar por el paso de peatones (con semáforo). A mi lado, esperando que se ponga verde hay un señor mayor con andador, lo he visto alguna vez por el barrio y es un hombre que se mueve realmente despacio, no solo es el andador, además sus pasos son muy cortos y lentos. En efecto, se pone verde y yo cruzo tranquilo, pero este señor va muy muy lento. Es imposible que en el tiempo que dura el semáforo en verde llegue ni a la mitad de la calle. Yo me hago el entretenido al otro lado por si le tuviera que ayudar, mientras el semáforo se vuelve a poner rojo para los peatones y el hombre a penas ha llegado a mitad de la calle. Los coches de ambos lados empiezan a pitar, los del lado que ya ha cruzado empiezan a moverse sin dejar que pase su lado del todo, esquivándolo. Los del otro lado, a excepción del primero empezaban a pitar, se oía algún grito “dese prisa”. El hombre intentaba ir todo lo deprisa que podía, se notaba que lo intentaba, pero imperceptible en el movimiento. Una vez al otro lado, los coches reiniciaron la marcha y algunos pitaban al pasar. El pobre hombre se paró para descansar del esfuerzo, pero en su cara se veía la frustración, me miró y dijo:
- Sr: Que poca paciencia. Ya me gustaría ir más deprisa.
- Yo: Ni paciencia, ni educación, ni respeto. No se preocupe, usted tarde lo que quiera.
Ya en casa y pensando en lo sucedido, me doy cuenta de que de verdad vamos siempre acelerados, pero aún me parece peor lo inmensamente egoístas que somos todos. Pensamos siempre primero en nosotros y después en lo que queremos, luego el poco interés que nos queda se lo dedicamos a nuestros seres queridos, porque nos hacen sentir bien, cuando no, volvemos a pensar en nosotros otra vez. Y es cierto que si redujéramos una marcha y tuviéramos un poco de respeto por los demás viviríamos mejor, seriamos más felices y nuestras relaciones mejorarían.
En conclusión, en mi día slow casi me atropellan, me han insultado, se han acordado de mis antepasados y he visto un señor caminando por encima de sus posibilidades mientras le pitaban y gritaban.
Por eso, SLOW ES POSIBLE, si, pero peligroso.

viernes, 20 de agosto de 2010

Lo que acabo de escuchar.



Como no he encontrado un video original que me haya gustado, os dejo este que además demuestra mi nivel de frikismo, ya que me encanta esta saga de series (Star Gate, Star Gate Atlantis, Star Gate Universe). El tema es "The worst day since yesterday" de Floggin Molly. Si os gusta la música folk os gustarán. Son un grupo estadounidense con raices irlandesas que plasman a la perfección en su música.

P.D: "Quien  no sea un Frikie que levante su espada laser"

EL SÍNDROME DE SEPTIEMBRE


Estamos a veinte de agosto y desde hace días ya podemos ver en la televisión, en la publicidad de calle y en las vallas el anuncio de que llega la “vuelta al cole”. Al ver toda esa publicidad, no es que me ponga nervioso, pero sí que aparece un pequeño cosquilleo en el estómago, como cuando era un crio. Tantos años de colegio e instituto han dejado en nuestra mente una profunda huella, aparentemente imperceptible, pero que brota irremediablemente cada mes de septiembre.
Lo mejor, sin lugar a dudas, de volver a las aulas eran los días previos, quizás la semana de antes, en la que te tenías que comprar el material necesario para el curso. Había que elegir la mochila, el estuche, bolígrafos, lápices, colores, libretas (cuantas más mejor) y como no, los libros. Me encantaba llegar a casa con los libros nuevos y mirarlos, tocarlos, pero sobre todo olerlos. Ese olor tan característico, que incluso hoy, si cierro los ojos soy capaz de recordar. Esos días previos e incluso los primeros días de clase eran fantásticos, llenos de motivación, de ganas de aprender, de estudiar y sacar el máximo provecho de todo aquel material.
 Ahora le toca a mi hijo, tiene 29 meses y el “mes que viene” empieza la guardería. Él no se entera, pero yo ya estoy pensando en que habrá que comprarle un bolsa o mochila pequeña, ¿tendremos que llevar algún tipo de material de papelería?, ojala. Pero aunque no se diera esta circunstancia todos los años acabo comprando algo cuando llega este momento. Me contagio de la energía de los chavales. Un año (hace poco), me compré un diccionario de inglés (ahí está, si no lo necesito, cuando viajo no me lo llevo), otro año (la mayoría) libretas, me encantan las libretas, sobre todo esas de tapa dura con las hojas micro perforadas que puedes arrancarlas y pasarlas a un bloc de anillas (son la bomba). En alguna ocasión bolígrafos, pero no uno, un paquete de diez, de los transparentes con tapón azul, ¿sabes cual verdad?.
Este síndrome lo padecemos, en mayor o menor medida, todos los ciudadanos del mundo moderno. Y eso lo saben las editoriales, que no contentos con vendernos los libros de nuestros hijos (que ya les vale que no se puedan usar de un año para otro, a mi a veces me los dejaba una vecina que iba un curso por encima y era una empollona, aunque conmigo no tenían el mismo efecto), empiezan a sacar infinidad de coleccionables por fascículos, de cualquier chorrada, para hacernos caer en una compra compulsiva. Y es que muchos no lo pueden evitar, y otros a duras penas. Saben cómo engatusar a ese niño que llevamos dentro y que en septiembre aflora en nuestra mente adulta, contagiado por la nostalgia, el ambiente y el anhelo de sensaciones agradables.
Este año voy a realizar un profundo ejercicio de autocontrol y no voy a caer en la tentación. Voy a ser sincero, esto lo digo porque sé que tendré que comprar algunas cosas para mi hijo. LO ESTOY DESEANDO, ¿Y TU?.






lunes, 16 de agosto de 2010

Para los no tan niños

Hasta practicamente los 90 los dibujos animados era cosa de niños. Pero pronto vieron, a los no tan niños, como posibles consumidores de dibujos animados haciendo unos pequeños ajustes de guión. Recuerdo cuando estrenaron Los Simpson y todo el mundo parecía un poco escandalizado porque aquello no era para niños, aunque hoy en día si que lo son y además, comparado con los que llegaron después, parecen bastante inocentes.
Después empezaron a aparecer titulos como South Park, Beavis and Butthead, Padre de familia, Papa made in USA y El rey de la colina, toda ellas caracterizadas por una profunda sátira sobre la sociedad y los valores estadounidenses. Series de producción norteamericana, en las que es más importante la acidez y sarcasmo de los guiones que el grafismo en sí, como en Beavis and Butthead o South Park.
Estados unidos ha tenido el monopolio de este tipo de dibujos animados hasta ahora, ya que una productora española ha sacado una serie de dibujos animados de esta índole, aunque con episodios mucho más cortos, pero con guiones y grafismos muy cuidados.
La protagonista es una niñita con acento andaluz, que podría ser una mezcla entre Eric Cartman de South Park (egoísta, mal encarado, racista, etc), y la personalidad sociópata de Stewie Griffin.
Os dejo el primer episodio de la serie y el enlace donde podréis ver el resto:
http://xn--niarepelente-bhb.com/

domingo, 15 de agosto de 2010

Cueste lo que cueste

Esta historia comienza el pasado 31 de diciembre de 2009. Estaba paseando con unos amigos de Italia y mi hijo y nos encontramos con un montón de gente corriendo. Tuvieron que ser varios miles, creo recordar que el dorsal más alto que vi era el tres mil y pico, ya que tardaron un buen rato en pasar todos. Mi amigo me pregunto:
-¿aquí también corren la San Silvestre?
- Claro – pero la verdad es que no tenía ni idea, de hecho era la primera vez que la veía, en verdad la primera noticia de que se hiciera en mi ciudad.
Pasamos mucho rato viendo pasar gente de toda clase. Estaban los que se notaba que iban a intentar ganar y el resto. En ese amplio grupo del “resto” había de todo, gente disfrazada, con el carrito del crio, con los niños, con el perro, en patines, en silla de ruedas e incluso andando. Los disfraces eran muy variados desde una bailarina (señor con barba embutido en unas mallas y un tutu rosa), monja, cura, gladiadores, spiderman, Marlyn, Groucho, hermanos Daltón, etc.
La cuestión es que aquel espectáculo me pareció tan divertido que me prometí a mi mismo que al año siguiente (2010) iba a participar. La cosa quedó ahí hasta el pasado domingo (8 de agosto), en el que volvió a mi mente el recuerdo de aquel día y la determinación que tomé.
No me voy a echar a tras, pero conozco mi estado físico y sé que requiero más preparación que el maquillaje de Carmen de Mairena. La carrera, en principio, es corta son solo 4,4 Km de recorrido urbano, y viéndolo en plano parecía asequible. Digo “parecía” porque ya he empezado a prepararme y ya no pienso lo mismo. Otra cosa que también ha cambiado es que he retirado de mi repertorio eso de “¿correr?, cuando me persiguen”, si hoy tuviera que huir de alguien, este tardaría unos 10m en alcanzarme o menos, eso sí, suponiendo que mi perseguidor no esté en forma.
El lunes día 9 me fui a comprar unas zapatillas, un cinturón con botellita (que mi mujer dice que no puedo llevar cerveza, supongo que será por el gas, ¿no?) y unas mallas para que no se me roce el interior de los muslos, puede parecer gracioso pero para los que nos roza es una putada. Por la tarde no pude salir a correr porque había quedado para la primera toma de contacto con los bares de alrededor del estadio y después al futbol.
El martes día 10 tampoco pude salir a correr porque por la mañana cuando conseguí tener al crio preparado y llevárselo a los abuelos ya eran las once de la mañana y a esas horas en agosto hace demasiado calor. Por la tarde, cuando ya no pega tan fuerte estaba demasiado cansado ya que el crio no me dejo casi dormir la noche de antes. Pero no todo estuvo perdido, por la noche estuve leyendo en internet sobre qué comer, como empezar a correr, etc.
El miércoles 11 fue el gran día. Me levanté pronto, preparé al crio y se lo lleve a los abuelos. Me preparé y a las 10 AM estaba calentando. Lo tenía todo calculado, incluso me compré un reloj en los chinos para controlar el tiempo, el equipo y la motivación. La rutina iba a ser: 3 minutos andando y 2 corriendo, y así hasta seis veces.
Los tres primeros minutos fueron fáciles, aunque no puedo decir lo mismo de los siguientes dos minutos, que se me hicieron eternos. Durante los primeros 30” no miré el reloj, pero los siguientes 90” lo miraba a cada pocos pasos. En ese momento comprendí que aquello no ib
a a ser tan sencillo, no se la distancia que recorrí en esos dos minutos, pero supe que 4,4Km iba a costarme sangre, sudor y lágrimas.
No desfallecí, caminé los siguientes tres minutos mientras recuperaba el aliento y mientras obsevaba a un señor con bastante sobrepeso unos 100m por delante de mi, y me decía a mí mi
smo “en los próximos dos minutos lo paso y continúo un poco”.
Otra vez a correr, intento llevar una respiración controlada, y respirar por la nariz (dicen que es mejor), pero es imposible o abro la boca o me ahogo. Mientras tanto tengo que intentar que mi paso parezca tranquilo porque pasan muchos coches, la gente mira y no quiero que digan “mira ese no puede con su alma”. A todo esto, los dos minutos se están acabando y no he alcanzado al señor de antes.
No importa, en el
siguiente seguro. Acelero un poco el paso al caminar para intentar recortar algo de distancia. A la vez que camino, cambio la música que iba escuchando (quizás Pereza no era lo más apropiado) y selecciono algo más enérgico, creo que Korn me lo hará más llevadero.
Vuelta a corr
er, la boca ya la tengo seca y me duele, no sé el qué, pero me dolía. Pero alcanzo a ese señor, lo paso y todavía me queda tiempo para ganar terreno. Con la tontería se me han pasado los dos minutos enseguida.
El resto de la rutina se me hace más llevadero, unos traguitos de isotónica, la música y el ver que sigo en pie me dan la fuerza necesaria para que el último de los tramos de 2’ se convierta en 5’ y con muy poco sufrimiento extra.
A las 10:40 m
e voy caminando para casa y allí hago unos estiramientos, momento en el que noto un pequeño dolor en la ingle, pero por los demás bien. Una ducha, un pequeño almuerzo, agua fresca y como dios.
Al levantarme de la siesta noto un dolor agudo en la ingle que no se me va en toda la tarde. Paseando con mi mujer y mi hijo, agarrado al carro y cojeando un poco por el dolor, mientra
s mi mujer intentando no reírse me dice “Si es que ya no tienes edad”. No si edad sí que tengo pero de sobra.
El jueves 12 al levantarme ya no me dolía la ingle, ahora me dolía todo lo demás, tenía agujetas en lugares en los que ignoraba que hubiese músculos. Decido que mejor no voy a correr, sin embargo, me voy a andar una hora, que al menos el cuerpo se mueva.
Desde ese día no he vuelto a salir a correr, pero no me he dado por vencido, el lunes retomaré mi e
ntrenamiento. Este año corro la San Silvestre cueste lo que cueste.

miércoles, 11 de agosto de 2010

NICO TE NECESITA

Hola a todos,
Hace cinco días que no actualizo el blog, y no es por falta de ganas o material. Desde el viernes, apróximadamente, tengo problemas con el blog. Ya he enviado la consulta a help-blogger, pero los días pasan y no tengo respuesta. Tampoco me extraña mucho por las fechas en las que estamos si nos surge un problema estamos apañados, menos mal que no soy un controlador aereo.
No quiero dejar pasar la oportunidad para haceros llegar esta petición de ayuda de una familia de un pueblo de Castellón, que están recuadando dinero para poder llevar a su hijo a USA para tratarlo. Cualquier ayuda, por pequeña que sea es bienvenida, puedes simplemente enviar un SMS que ponga Nico al 28011 y el coste de ese mensaje ayudará a salvar a Nico. Si hemos enviado SMS por tonterías ¿como no vamos a hacerlo para ayudar a un niño de 4 años a tener una oportunidad?

Os dejo este enlace para que podáis saber más sobre el caso, en la web encontraréis todas las formas de ayudar:
http://www.ayudaparanico.com/
También os dejo por si sois de Castellón y no soléis ver la página de la Federación de Peñas del Castellón la iniciativa que van a llevar a cabo:
http://pampamorellut.com/foro/castalia/viewtopic.php?f=1&t=32157

Yo ya he colaborado, no importa de donde seas, ¿a que esperas?. Nico te necesita.

viernes, 6 de agosto de 2010

Una de aventuras

Todo comenzó en junio de 2005. Por aquel entonces un grupo de empresarios adquirió la mayoría de las acciones del CD Castellón. Una gran ilusión rodeaba toda la operación ya que, aparentemente, todos salían ganando con dicho cambio. Las partes por la operación y la afición porque veía como su equipo volvían a 2ªA después de once años, con un proyecto que les prometía las estrellas en cinco años.
Al principio nada hacía presagiar que uno de aquellos recién llegados iba a sufrir tan terrorífica transformación. Nadie sabe como sucedió, pero poco a poco, nuestro hombre fue adquiriendo poderes sobrenaturales, que le fueron haciendo más y más fuerte hasta convencerse de que podía dominar el mundo.
Primero consiguió traer al equipo algunos jugadores que eran representados por él, sin ningún tipo de oposición de sus compañeros de viaje, que poco a poco vieron como su autoridad dentro del grupo se desvanecía. Mientras tanto, nuestro personaje adquirió el poder de la palabra. Cuando era cuestionado elaboraba discursos emotivos y lacrimógenos que convencían fácilmente a quienes escuchaban, logrando de este modo seguir adelante con su macabro plan de dominación.
Después de arduas horas de práctica delante del espejo llegó a dominar el arte de la peineta. Arma mortal que lanzaba a diestro y siniestro contra sus detractores que quedaban petrificados ante tan espeluznante estrategia. A medida que su poder aumentaba también lo hacían sus detractores, que intentaban movilizarse, sin éxito para detener el vertiginoso crecimiento de nuestro hombre, ya que la mayoría pensaban que al final todo ese poder iba a ser enfocado a hacer el bien.
Mientras la afición se dividía el lograba el poder de la desmaterialización, hizo desvanecerse a los cinco mejores del equipo, haciéndolos aparecer en diferentes puntos del país. Al mismo tiempo, hizo que se materializaran aquí hasta 18 jugadores suyos, logrando así tener absoluto control sobre el equipo y su futuro, primer paso en su carrera conquistadora.
Sus compañeros, ahora simples marionetas, empezaron a darse cuenta de que su amigo había sufrido una transformación, pero el miedo y la creencia de que estaban en el bando ganador impedían que tomaran cartas en el asunto.
Nuestro hombre había conseguido todos sus objetivos: colocar a sus esbirros, acabar con la afición del club, descender al equipo y ganar miles de euros.
En ese momento, diversos grupos de resistencia empezaron a movilizarse para tratar de evitar que la catástrofe fuera aún mayor. Estas acciones consiguieron que el alcalde tomara parte y se aliara con sus antes compañeros para tratar de eliminar la amenaza. El ataque había comenzado cuando entró otro aliado en escena.
Al final, la fuerza aliada consiguió desterrar a nuestro hombre y hacerse con el control de la institución. Todo tomaba un nuevo rumbo, hasta hoy. Momento en el que hemos descubierto que el conflicto no había sido más que una maniobra de distracción mientras nuestro hombre lograba el último de sus poderes, la invisibilidad.
Hoy ha nacido un super villano, ha nacido KTCRACKMAN.
¿Lograrán sobrevivir los aficionados?, ¿Logrará KTCRACKMAN llevar a cabo sus maléficos planes?, ¿Aparecerá un super héroe que pueda luchar contra KTCRACKMAN y sus super poderes?


Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

martes, 3 de agosto de 2010

The Baseballs

Muchos ya los conoceréis, otros quizás no, y otros como yo los hemos conocido hace poco. Estoy hablando de “The Baseballs” un grupo alemán, no, no me he equivocado son germanos, que se dedican a hacer versiones de temas actuales adaptados al más puro Rock&Roll de los años 50.
El ritmo que consiguen imprimir en sus canciones logra lo que las originales no han hecho en muchos casos, hacerte bailar, o en su defecto hacer que te muevas a su son. Creo que este grupo son un soplo de aire fresco en el viciado mundo de la música, en el que cada vez se habla más de cánones, descargas y pérdidas que de nuevos grupos o artistas de verdadera calidad.
Han tenido que llegar “The Baseballs” para con su aire totalmente retro, ni siquiera los modernos con su aspecto vintage los superan, para ofrecer algo realmente novedoso al panorama musical internacional.
No solo la moda puede recuperar estilos anteriores, ahora la música pone de moda de nuevo el rock&roll. Y ojalá que gracias a estos atrevidos chicos Bill Halley, Buddy Holly, Little Richard, Chuck Berry, Eddy Cochran, Gene Vincent y como no Elvis Aaron Presley vuelvan a sonar para que los más jóvenes pueden sentir el ritmo en su pura esencia. Al menos que vean que el “chumba chumba” no es el único “ritmo”.




domingo, 1 de agosto de 2010

El hombre invisible




Cada cierto tiempo, aparece una noticia en la que se dice que la invisibilidad es algo que pronto dejará de ser un elemento recurrente de la literatura y filmografia fantástica. Normalmente hablan de estudios que se estan realizando en tal o cual universidad, la mayoría desconocidas y americanas. ¿Será que las universidades punteras no dedican recursos a este tema?


En esta ocasión, la encargada de la investigación es la Dra. Elena Semouchkina, profesora de ingeniería eléctrica y computacional de la Universidad Tecnológica de Michigan. Aquí la amiga ha descubierto que utilizando la resonancia magnética se pueden capturar rayos de luz visibles (porque los invisibles no hace falta claro) y redirigirlos alrededor de un objeto, haciendo que este se haga invisible. Es decir, como los objetos podemos verlos gracias a que la luz rebota en ellos, si capturas los rayos de luz e impides que lleguen al objeto, este desaparece, bueno no desaparece, simlemente no lo ves.
Este equipo de científicos ha conseguido hacer desaperecer cilindros metálicos de entre 5 y 8 centímetros de diametro y de entre 8 y 10 centímetros de altura. Las pruebas se hacen en una habitación forrada un un manto de resonadores de vidrio hechos de un cristal anfígeno (material dieléctrico que no conduce la electricidad). Este manto es el que produce la resonancia magnética al hacer oscilar a una determinada frecuencia los cilindros de cristal que la forman, consiguiendo, de este modo, doblar las ondas de luz alrededor del objeto. Aunque en realidad, no han conseguido hacer desaparecer esos cilindros a simple vista, lo han logrado únicamente cuando se está observando el objeto a traves de una cámara de infrarrojos.
















En realidad, no habría que complicarse tanto la vida para estudiar el fenómeno de la invisibilidad, porque contrariamente a los que opina la mayoría, este fenómeno es real y mas habitual de lo que pensamos. Cada día cientos, miles de hombres ansiosos por encontrar el amor son invisibles a los ojos de las mujeres. Si no eres alto, guapo y atlético o en su defecto tienes un monton de pasta te va a ser muy dificil conquistar a una mujer. Puede que no haya que ser tan alto, tan guapo ni tan atlético, pero sino estás dentro de los baremos aceptables para la mayoría de las mujeres lo tienes complicado.
El proceso de detección es prácticamente instantaneo, en cuanto una mujer ve a un hombre, que no cumple los requisitos mínimos, este desaparece. No importa lo que este intente hacer para llamar la atención de esa mujer, es casi imposible que te vuelva a hacer visible, y si lo hace no vas a conseguir n
ada, porque no tardarás en escuchar :”Me gustas, pero como amigo”, por lo que eres visible si, pero no como hombre.
Con los hombres no sucede lo mismo. Es cierto que también tardamos poco en determinar si una mujer es o no de nuestro agrado. Pero los hombres somos menos exigentes y nunca haríamos completamente invisible a una mujer, porque seguro que nos gustan sus pechos.
También se podría estudiar la invisibilidad en otros casos como en el de los amigos de lo ajeno, todos sabemos que existen, pero nunca los vemos venir; en los coches radar de la Guardia Civil, si los vieramos no nos pondrían multas; en ese amigo coñazo, que solo lo ves cuando ya lo tienes encima; en los cuernos, que no se ven p
ero pesan, y bastantes más fenómenos que demuestran que la invisibilidad es algo cotidiano y no tan difícil de conseguir.
Gracias a mi equipo de investigación, unos coleguillas desfaenaos, hemos conseguido averiguar en que momento vio la luz (o no la vio) la Dra. Semouchkina y decidio ponerse a investigar este fenómeno.
"SUPUESTAMENTE" los hechos ocurrieron del siguiente modo:
“En sus primeros años de universidad Elena (la futura Doctora), cansada de no haberse comido un torrao (de los buenos) durante el instituto, en los que los únicos chicos que le hacian caso era como ella, decidió desmelenarse para con
quistar a un chico de su misma universidad con una beca de rugby (futbol americano para ellos). Un día, durante una de sus clases le dijo a su compañera:
Elena: Oye, en esta clase hay pocos chicos, ¿verdad?
Amiga: ¿Tu crees? – sorprendida porque eran casi todo chicos- pero si solo somos 7 chicas.
En ese momento, una pequeña lucecita apareció en la mente de Elena haciendo que se diera cuenta de que algo estaba sucediendo, aunque no sabía que era.
Un tiempo después se organizó una macrofiesta en el pabellón deportivo de la universidad y después de rechazar a unos cuantos acompañantes, sobre todo a Mike que se lo pidió unas cuarenta veces antes de comprender que no queria ir con él, y eso que el chaval era listo, apareció sola con su amiga y su acompañante.
La música a todo volumen, las bebidas adulteradas y las luces de colores parpadeantes. Ella, como quien no quiere la cosa se situa cerca de su objetivo, entre dos altavoces de gran tamaño. Mike que la ve se acerca convencido de que el am
biente aportaría lo que necesitaba para terminar de conquistarla.

Mike: Hola Elena. Estás muy guapa.
Elena: Gracias – mientras pensaba- ya está aquí este pesao, ojala desaparezca antes de que nos vea john (el cachas).
Mientras Mike parloteaba sin cesar, ella se iba poniendo cada vez más nerviosa, más tensa, hasta el punto de empezar a esperimentar una especie de pequeñas y constantes convulsiones (similares a una descarga eléctrica), que unidas al volumen de la música y al magnetismo de los grandes imanes de los altavoces hicieron que los cristales de sus gafas se resquebrajaran impidiendo que viera a Mike que estaba delante
.

Elena: Mike, ¿estás ahí?
Mike: Claro ¿Dónde iba a estar mejor que aquí?
Y ahí fue donde Elena empezó a esbozar el trabajo que más tarde, como doctora, desarrollaría con resonancia magnética, cristales y luz.”
A modo de cotilleo, tengo que decir que John sufrió una lesión grave de rodilla y perdió la beca, por lo que tuvo que dejar la universidad. Hoy es el marido de Elena, quien lo mantiene y lo tiene todo el día en el gimnasio para que siga cachas.
Mike está ingresado en un Psiquiátri
co porque dice que es el hombre invisible.
En fin, que antes de que consigamos algo que nos haga invisibles veremos tanques, aviones y misiles. Bueno, verlos no los veremos.